El objetivo se cumplió. Las reuniones de las izquierdas de
Iberoamérica y de las derechas del Ecuador lograron ubicar a Jaime Nebot a la
izquierda.
Digo, a la izquierda de Paúl Carrasco, porque a la derecha
del prefecto azuayo se sentó Mauricio Rodas. Y clic, la foto, cámaras,
reporteros.
Lo explico: el prefecto azuayo, Paúl Carrasco, en un
desproporcionado interés por celebrar el primer año de su reelección organizó
algunos eventos locales, entre ellos la Reunión de las Izquierdas deIberoamérica: el 20 y 21 de febrero debían sentarse en torno a cinco
representantes de movimientos de izquierda de Ecuador, Colombia, Chile, México
y España para, al final, elaborar “un manifiesto sobre los objetivos de los
movimientos de izquierda de frente al panorama político de la región y la
creación de una instancia de coordinación y diálogo de las izquierdas
latinoamericanas como alternativa a los gobiernos actuales”.
Desconozco el contenido del manifiesto, o si es que existe,
pero lo que sí está confirmado es que cuatro de los cinco invitados no vinieron
al encuentro; la razón, de boca del propio prefecto anfitrión, fue que no
viajaron “para evitar problemas con sus cancillerías, que les pidieron que por
favor no vengan”. Es decir, ¿izquierdistas sumisos que decidieron no indisponer
a sus cancillerías? Así, mejor vamos con la derecha.
Superado el papelón había que conformar una izquierda de la
derecha ecuatoriana. Dos días después, el 23F y a propósito de la “rendición de
cuentas” de Carrasco, se reunían para elaborar otro manifiesto de cuatro
párrafos sobre un tema similar Mauricio Rodas, Jaime Nebot, Luis Fernando
Torres, Doménica Tabacchi, Mónica Chuji, Luzmila Nicolalde, Carlos Vera, Luis
Almeida, Leonardo Viteri, Carlos Falquez y muchos otros representantes de la
dignidad política de este país. Muchos, excepto Guillermo Lasso, que no fueconvocado.
El análisis que nos plantea este complejo escenario político
propio de la gastronomía de la Cuaresma, guisada en la conventual ciudad de los
cuatro ríos, es ¿qué hacemos con el tema ideológico? ¿Cómo entender el abrazo
de Carrasco con Nebot y Rodas, a renglón seguido de autoproclamarse, voz en
cuello, “un demócrata de izquierda”? ¿Y la ausencia del alcalde Marcelo
Cabrera?
Primer planteamiento: ¿Por qué no estuvo Guillermo Lasso,
actor principal y argamasa capaz de consolidar el muro de este nuevo frente
anticorreísta? Su ausencia abre una fisura, marca una obsolescencia programada
para este buró ideológicamente amorfo. Pésimo precedente para un espacio libre
de ideologías, democrático en extremo y sin ambiciones electorales. Cabrera demostró,una vez más, su habilidad política ambidiestra al refugiarse en Madrid.
Segundo planteamiento: ¿Un hecho que pretende ser recordado
como “histórico”, “imposible que haya sucedido hace ocho años”, puede resumirse
en un manifiesto de cuatro párrafos que habla de unidad, diversidad ideológica,
pluralismo, progreso, libertad, abrazando precisamente a quienes en el pasado
no han representado ninguno de estos principios?
Tercer planteamiento: ¿Es este un acto político tan endeble
que no duró más de 72 horas en las agendas mediáticas, y por el cual se
encareció, por cálculos ególatras, una “rendición de cuentos” exigida por la
Constitución?
Ojalá en Cuenca no se vuelva a hablar insensatamente de la
fórmula ideal e infalible para mezclar el agua con el aceite. O viceversa.
Artículo publicado en EL UNIVERSO.
Artículo publicado en EL UNIVERSO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario