domingo, abril 26, 2009

A confesión de parte…


A este singular personaje lo conocí una noche de seis de enero, Día de los Inocentes, cuando una comparsa que interactuaba con el público intentó jugarle una broma, por lo que salió en fugaz carrera. Uno de los integrantes de la comparsa, para completar la broma, salió tras él gritando “cójanle al ladrón…cójanle al ladrón”. Muchos festejaron la ocurrencia.

Pero la entrevista que le hicieron la mañana del sábado 25 de abril a este singular personaje, me dejó estupefacto…

Veamos: los presentadores, Leonardo Guillén y El Indio Manuel –otro singular personaje cuya característica es imitar con la voz a un indígena, pero cuyas características son la de ser medio estúpido y con frecuentes bromas de doble sentido, sexual preferentemente-, y el entrevistado “el Toralito”, ex funcionario de la Dirección de Aviación Civil, DAC, en el aeropuerto de Cuenca, que en la entrevista se autodefinía como “el más fregado de la DAC”.

Nada interesante hasta que la entrevista entró al tema de las anécdotas. Una de ellas, y la que me impresionó por su franqueza, fue de cuando, por su condición de funcionario de la DAC, ingresaba al área de carga de los aviones que llegaban desde el Oriente con carne a bordo. Sin rubor contó cómo “huangliaba” (término quichua que quiere decir “llevar algo”) los rabos, patas y riñones dentro de fundas negras. “Mijito, si sigues así hazme nomás más hijos”, le respondió, según él, su esposa cuando llegó con la carga.

La segunda “anécdota” me preocupó un poco más, por la irresponsabilidad con la que se trató. El singular personaje recordó con nombres y apellidos cómo uno de sus jefes enroló a sus dos hijos en el equipo encargado de proveer combustible a los aviones, y cómo ellos le empezaron a sugerir que incluya sobreprecios en las planillas. “Sí, pero y a mí qué me toca”, dijo “Toralito” a los jóvenes, otra vez sin ningún rubor.

Pero lo que realmente me paralizó fue la tercera “anécdota”. El singular personaje y sus dos ayudantes recargaron ¡¡con agua!! a un avión que volaría a Macas, capital de Morona Santiago. El singular personaje, en medio de risas de sus entrevistadores, contó que el avión llegó a Macas gracias a que el remanente de combustible que había quedado en los tanques y el agua que le añadieron no se mezclaron, pero que cuando correteaba para decolar de Macas, los motores se apagaron.

Ese momento debí estacionar mi vehículo porque no lo podía creer. ¿Era en realidad ésta una entrevista responsable? ¿Las que estaba contado fueron anécdotas ciertas o propias de una mente mitómana? ¿A la salida de la radio en la que se realizó la entrevista, estaba un fiscal para exigir puntualizaciones a esta especie de confesiones de parte?

Sí. Recuerdo que conocí a este singular personaje una noche de seis de enero, cuando una turba le perseguía al grito de “cójanle al ladrón…cójanle al ladrón”.

Y usted ¿qué opina?

* La foto, tomada de El Tiempo, corresponde a un accidente de aviación, que es lo que le pudo ocurrir al avión cargado de agua.

A confesión de parte…

A este singular personaje lo conocí una noche de seis de enero, Día de los Inocentes, cuando una comparsa que interactuaba con el público intentó jugarle una broma, por lo que salió en fugaz carrera. Uno de los integrantes de la comparsa, para completar la broma, salió tras él gritando “cójanle al ladrón…cójanle al ladrón”. Muchos festejaron la ocurrencia.
Pero la entrevista que le hicieron la mañana del sábado 25 de abril a este singular personaje, me dejó estupefacto…
Veamos: los presentadores, Leonardo Guillén y El Indio Manuel –otro singular personaje cuya característica es imitar con la voz a un indígena, pero cuyas características son la de ser medio estúpido y con frecuentes bromas de doble sentido, sexual preferentemente-, y el entrevistado “el Toralito”, ex funcionario de la Dirección de Aviación Civil, DAC, en el aeropuerto de Cuenca, que en la entrevista se autodefinía como “el más fregado de la DAC”.
Nada interesante hasta que la entrevista entró al tema de las anécdotas. Una de ellas, y la que me impresionó por su franqueza, fue de cuando, por su condición de funcionario de la DAC, ingresaba al área de carga de los aviones que llegaban desde le Oriente con carne a bordo. Sin rubor contó cómo “huangliaba” (término quichua que quiere decir “llevar algo”) los rabos, patas y riñones dentro de fundas negras. “Mijito, si sigues así hazme nomás más hijos”, le respondió, según él, su esposa cuando llegó con la carga.
La segunda “anécdota”, me preocupó un poco más, por la irresponsabilidad con la que se trató. Recordó, el singular personaje, cómo uno de sus jefes enroló a sus dos hijos en el equipo encargado de proveer combustible a los aviones, y cómo ellos le empezaron a sugerir incluir sobreprecios en las planillas. “Sí, pero y a mí qué me toca”, dijo “Toralito” a los jóvenes, otra vez sin ningún rubor.
Pero lo que realmente me paralizó fue la tercera “anécdota”. El singular personaje y sus dos ayudantes recargaron ¡¡con agua!! a un avión que volaría a Macas, capital de Morona Santiago. El singular personaje, en medio de risas de sus entrevistadores, contó que el avión llegó a Macas gracias a que el combustible y el agua no se mezclaron, pero que cuando correteaba para decolar de Macas, los motores se apagaron.
Ese momento debí estacionar mi vehículo porque no lo podía creer. ¿Era en realidad ésta una entrevista responsable? ¿Las que estaba contado fueron anécdotas ciertas o propias de una mente mitómana? ¿A la salida de la radio en la que se realizó la entrevista, estaba un fiscal para exigir puntualizaciones a esta especie de confesiones de parte?
Sí. Recuerdo que conocí a este singular personaje una noche de seis de enero, cuando una turba le perseguía al grito de “cójanle al ladrón…cójanle al ladrón”.

Y usted ¿qué opina?

jueves, abril 23, 2009

El tubo de ensayo



¿Por qué relanzar la edición de un periódico que ha salido, con cierta regularidad en los últimos siete años en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Cuenca?
La reflexión retumbó en mi cabeza y consideré seriamente la posibilidad de que el “acto de relanzamiento” de EL UNIVERSITARIO se suspenda.
Pero, minutos después de que una suerte de espíritu de cuerpo de los profesores de la Escuela ponía reparos al acto de relanzamiento, una estudiante me hizo una pregunta con toda su inocencia: “Profe, ¿puedo invitar a mis papis al lanzamiento?”, me dijo, y concluí que sí, que EL UNIVERSITARIO debía relanzarse por razones que, ante la contundencia de los hechos, no los citaré.
Solamente repararé en una, la más importante: toda esa voluntad que los estudiantes de prácticas pre profesionales pusieron desde el momento mismo en que integraron la Sala de Redacción de EL UNIVERSITARIO, esa que funciona en cualquier parte, el piso de la oficina del diseñador, la sede de un gremio de periodistas o los café nets donde se redactan las notas y se editan las fotos. Voluntad que raya en pasión cuando los mismos redactores y fotógrafos se ofrecieron para armar una red de distribución que puso a circular 2.000 ejemplares de EL UNIVERSITARIO en todas las Facultades de la Universidad de Cuenca, y en las Escuelas de Periodismo del resto de Universidades de Cuenca.
Esta presentación debía ser una charla didáctica sobre formatos, paginación y esas cosas técnicas que muchas veces al lector no le interesan. Pero mejor he aprovechado para presentar estas breves reflexiones personales y decirles nuevamente a los alumnos felicitaciones. Felicitaciones y gracias. *

*Extracto del discurso del director del diario EL UNIVERSITARIO, Ricardo Tello, en el acto de relanzamiento del periódico de prácticas pre profesionales de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Cuenca.

lunes, abril 20, 2009

La web social se toma nuestra vida

"Una tecnología es tecnología solo para la gente que nació antes de que fuera inventada". La frase le pertenece a José Luis Orihuela, profesor de la Universidad de Navarra, España, y autor de la bitácora eCuaderno que el 16 de abril brindó una charla en Quito y por el sistema de videoconferencia a varios asistentes a los centros virtuales de la Universidad Técnica Particular de Loja, UTPL.

Reveladora. Así podría calificarse a este encuentro entre expertos y neófitos, en torno al maestro Orihuela. Con un lenguaje fresco -como el tema- en poco más de una hora se cumplió un recorrido por los territorios de la web social y su impacto sobre los medios y la comunicación.

Y las conclusiones tumbaron muchos prejuicios:
- “Es falso que los jóvenes no leen; leen más que nunca, solo que otras cosas y escriben en otros lugares”.
- “Toda tecnología abre una brecha; hay que aprender para no quedarse fuera”.
- “La web se parece más a la radio y televisión que a la prensa”.
- “Si los medios llegan a tiempo, es porque estaba montado para ellos”.
Para quienes estén más interesados, pueden dedicarle tiempo al video del canal eclusivo de la UTPL en You tube.

viernes, abril 17, 2009

A un año de Mufith


En abril de 2008 un incendio de grandes proporciones consumió una ferretería que ocupaba un tercio de una manzana en el centro histórico de Cuenca. Las lecciones fueron muchas, incluso para la prensa.

Se trató de un incendio en la ferretería Vázquez Brito en la que por una explosión falleció Mufith Hanna, un bombero voluntario que hasta ese entonces llevaba un matrimonio de ocho meses.

Recuerdo la cobertura mediática y el seguimiento que dieron los diarios semanas después. El canal local Unsión lo transmitió en directo y recuerdo perfectamente cuando uno de los jefes de bomberos dijo que en el interior había dinamita (claro, se trataba de una ferretería).

Más allá de si la ferretería cumplía o no con las disposiciones de seguridad –tener solamente dinamita de muestra, instalaciones blindadas para los explosivos, etc- queda la pregunta de si hubo o no negligencia entre el personal voluntario que atendía la emergencia. Nada se ha dicho hasta el momento.

Ha pasado un año, y la prensa escrita se limita a crear “héroes” en lugar de dar un seguimiento serio a las investigaciones del caso: se pagaron las indemnizaciones, se determinaron las causas, se ajustaron las ordenanzas sobre centros de expendio de explosivos?
Nada…solamente una pobre palabrería sobre llamados de Dios y textos de mal gusto alrededor de “cómo ser un héroe y morir en el intento”.



Foto tomada de EL MERCURIO