jueves, diciembre 17, 2009

En manos del Señor de Girón


Visto desde el primer asiento del bus de transporte urbano –cuando no voy en bicicleta uso los colectivos como aporte a la reducción de la emisión de carbono– el ingreso al barrio Totoracocha se percibe como un viaje en el tiempo, es decir, directo al pasado.

Es martes y el sector norte de Cuenca soporta los racionamientos justo el día en el que debían suspenderse. El colectivo entra en las sombras absolutas y la desorientación invade a los usuarios del bus: no hay referentes visuales sobre la parada en la que debemos bajarnos; tampoco sensación de seguridad en los tramos por los que vamos a pie hasta nuestros hogares.

Los gabinetes de belleza, restaurantes, tiendas de barrio, cines, capillas, centros de copiado, papelerías, talleres de suelda, locutorios, tiendas de ropa, abarrotes, distribuidoras de cemento, ferreterías, lavanderías automáticas (que desplazaron a las lavanderas del río), picanterías, cafeterías, estudios de fotos, pollerías… estaban cerradas o alumbradas por tímidos pabilos de vela. Involucionamos, pienso para mis adentros.

Miércoles. Nuevamente sin internet por los racionamientos. Asisto a una reunión de trabajo y me entero de que finalmente la involución es ya una realidad: un grupo de fieles católicos ha cargado en andas una imagen religiosa y se ha tomado las calles de la Atenas del Ecuador, de la culta, docta y progresista ciudad de los cuatro ríos –de piedras–, y con cánticos, responsos, loas, invocaciones, oraciones y conjuros pide al “Todopoderoso” que finalmente abra las llaves, suelte las gotas de lluvias, corra las compuertas y salve al Ecuador, salve a la patria, salve al ministro Albornoz –que es cuencano, además–.

Pero ¿por qué al Señor de Girón?

Porque equivale a la Virgen de Agua Santa en materia de erupciones volcánicas.

La imagen del Señor de Girón corresponde a un Jesús crucificado y es venerada en la iglesia matriz del cantón Girón, 37 kilómetros al sur de Cuenca. No está claro su verdadero origen, pues hay quienes sostienen que vino desde España y otros dicen que apareció en una de las orillas de la laguna Buza. Lo que sí es seguro es que no hay sequía que se resista ante su poder, especialmente cuando lo sacan en andas.

Por ello se ha ganado el sobrenombre de Señor de las Aguas, confirmando que en la época del oscurantismo, es decir de la falta de energía eléctrica, aclaro, lo paseaban por el entonces lejano y olvidado pueblo, para que convoque las aguas y salve los cultivos de las prolongadas sequías, comunes desde hace más de dos siglos.

Así que incrédulo como soy fui al centro de la ciudad y constaté –más incrédulo aún– que sí, que era cierto, el mismísimo Señor de Girón había llegado a Cuenca a pasear su poder en medio de cánticos.

“Señor, oh Dios mío;
piedad e indulgencia,
piedad e inclemencia,

piedad y perdón”, rogaba el grupo de fieles.

Y por lo menos hasta la tarde ni una gota, así que intuyo que el coro le servirá a cierto ministro para que ensaye su defensa si quiere mantenerse en el cargo.

En lo que a mí me toca, hoy retorno al programa Jueves en Bicicleta, que impulsa un puñado de aficionados al pedal, mientras el ministro y el Señor de Girón hacen lo suyo.

Artículo publicado en EL UNIVERSO
Foto de EL TIEMPO

jueves, diciembre 10, 2009

Los enemigos de la prensa


Aprovechando una soleada mañana a inicios de esta semana, recorro las calles del centro histórico, donde aun se escuchan los ecos de la celebración por los diez años de la declaratoria de Cuenca como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Allí coincido con periodistas locales con quienes intento intercambiar algunas opiniones. “A usted no lo saludo, ha sido enemigo de la prensa”, me dice la corresponsal de un diario nacional ante mi intención de saludarla. Desconcertado, solo atino a sonreír y retirarme.

Ya dentro de mi auto sintonizo una radioemisora. El locutor anuncia que “en apego al derecho de réplica vigente en la actual Constitución”, leerá un comunicado en el que un rector de colegio y un grupo de padres de familia dan su versión sobre delicadas acusaciones difundidas, en la misma emisora, una semana antes.

Entonces recuerdo el caso: hace ocho días la presentadora de noticias leyó un comunicado en el que se acusaba al rector de cobros indebidos, pese que rige una prohibición de pedir aportes a los padres de familia. La extensa nota ponía en duda el destino del dinero cobrado.

Solamente una semana después, y un poco por coincidencia, escuché la versión del acusado. En esta segunda carta pública, firmada por el rector y los directivos de los padres de familia, se exponían sus argumentos: la decisión de entregar el dinero la tomaron los propios padres de familia; hay un informe sobre el destino de los fondos que suplieron el pago de profesores especiales, etc.

No me corresponde juzgar la decisión de solicitar la colaboración de los padres de familia. Lo que sí juzgo es la ligereza con la que se trató la denuncia al presentarla solamente desde una de las partes. Y luego pretender lavar su error con el argumento de que “en apego al derecho de réplica vigente en la actual Constitución”, una semana después, se lea la aclaración. Todo estudiante de primer año de periodismo sabe que en una denuncia hay dos partes: acusador y acusado, y que ambas deben tener cabida en un mismo espacio para que los mismos lectores, radioescuchas o televidentes lean, escuchen o miren la tesis y la antítesis, y sean ellos los que saquen su síntesis. En un mismo espacio, no con una semana de diferencia. Basta que una sola persona no se haya enterado de la segunda parte del caso, para que en su imaginario quede, para siempre, la idea de que en ese colegio alguien roba algo a los padres de familia.

Y este es solamente un ejemplo.

Entiendo que para la corresponsal en mención, me volví un enemigo de la prensa por haber expuesto mi posición favorable a la regulación del oficio del periodismo. Y lo ratifico: esta actividad, extremadamente delicada, debe estar regulada. No controlada, y por el Gobierno menos.

No creo en la autorregulación, sí en la responsabilidad ulterior. A pesar de ser profesor universitario, no reivindico la colegiatura o la obligatoriedad del título de periodista; el título solo es el primer paso de una formación profunda y permanente.

Y si eso me vuelve un enemigo de la prensa, pues me declaro enemigo del periodismo mediocre.

Artículo publicado en EL UNIVERSO.

martes, diciembre 08, 2009

La vida de Vicente Tello es la fotografía


Por Giana Morocho

Las películas en blanco y negro que llegaron al estudio Ortiz, en la década de los 40, pasaron por las manos de Vicente Tello, cuando aún era un niño; o mejor como él dice -cuando era un muchachito-.

En esa época incursionó en la fotografía como ayudante de cámara de don Alejandro Ortiz.

Las películas de las que reveló decenas de imágenes en un cuarto oscuro, años más tarde se convirtieron en las compañeras de su oficio; un oficio del que hoy, más que en ningún otro momento, revela como a una fotografía sus 65 años de trayectoria artística.

Fotoperiodismo

Después de trabajar 24 años en el estudio Ortiz; Vicente Tello, saltó al fotoperiodismo.

“Trabajé primero como camarógrafo de canal 3, Telesistema. Fui operador en los controles de radio Tomebamba; luego llegué a Diario El Mercurio. De ahí pasé a diario EL TIEMPO con don Humberto Toral. Colaboré con El Comercio, El Universo y con una infinidad de revistas, que no, no las recuerdo ahora”, resume Tello, sus experiencias como reportero gráfico.

La experiencia en el fotoperiodismo lo hizo adquirir, “llamémosle roce social”, dice -entre risas- don Vicente, pero también lo hizo adquirir valores como la sinceridad y la honradez, que no solo las aplicó él, sino que las inculcó a sus seis hijos.

La fotografía de Tello es de denuncia social. En ella perennizó la vida del padre italiano Carlos Crespi, quien trajo el cine a Cuenca y solo permitió ser fotografiado por Vicente Tello, su amigo cercano.

Sus fotografías están dedicadas a los niños, a la tercera edad, “a mis colegas”, a la mujer de la ciudad y del campo. He dedicado mis fotos al alcoholismo, desde las plantaciones de caña de azúcar hasta los cadáveres alcoholizados.

Transición

Todo el bagaje fotográfico que conserva Vicente Tello en 60.000 negativos tiene una historia. Hace tres años incursionó en la fotografía digital. Su hijo Ricardo Tello, ex colaborador de este Diario, cuenta que su padre tomó un curso rápido, un fin de semana, con Francisco Ipanaque, jefe de fotografía de Diario Expreso.

Don Vichi, como lo llaman sus amigos, explica que para captar sus fotos necesita paciencia y gusto. Dice que de artista no tiene nada, sino solo la experiencia.

Anécdotas

En todos los años que a colaborado en la prensa ha tenido tentaciones, pero su trabajo le ha permitido mantener la honradez.

Tello recuerda que hizo un trabajo para una institución pública. Cuando se acercó a retirar la planilla de pago, el encargado le dijo que “siempre hacía gastitos”.

“Esperaba en la oficina y me dijo - Vichi permíteme aumentar un cerito en tu planilla-; eso era una ofensa para mi. No acepté, y respondió - ahora verás cuando te sale el cheque-. Salió en tres meses y sigo aquí, siendo el mismo, de la misma situación económica: humilde”.

Entre otras de sus memorias Don Vichi recuerda que tras el incendio de la escuela Cornelio Merchán, en María Auxiliadora, junto a su amigo Humberto Aguirre, organizó un encuentro deportivo para recaudar fondos.

“Era la presentación del siglo con números acrobáticos en las paredes incineradas. El padre Crespi me dijo Tello haz aquí no más, en una mesa de 1.50 metros de altura, me rogó y le contesté -padre vamos a presentar números acrobáticos”, relata Tello, en otrora gimnasta.

Con esta y un mil anécdotas, “yo digo que el periodismo no es para hacer dinero, sino para hacer grandes obras. A esta edad, estoy sonreído y tengo la frente en alto”, afirma Vicente Tello, de 78 años de edad.

Artículo publicado en EL TIEMPO

viernes, diciembre 04, 2009

Responsabilidades de informar y opinar


En el vértigo de la sala de redacción, siempre había tiempo para el humor y la crítica como pedagogía con los nuevos reporteros. Más de uno pensaba que estudiar cuatro años en la universidad le daba licencia para cambiar el mundo. O ser el guía de la sociedad.

Con esa intención confundían opinión con información. Se olvidaban del trabajo del reportero, del taller de carpintería donde se armaban las noticias con todos los prismas de una realidad fraccionada por las percepciones individuales de fuentes, actores y testigos.

El periódico local donde dirigíamos la redacción destinó la cuarta página del cuerpo B para el editorial y los articulistas. Por ello, cuando llegaba una “noticia” –así, entre comillas– que más parecía un artículo de opinión, le gritábamos al joven reportero: “pásala a la B4”. Era un mensaje directo, matizado con estridentes carcajadas, para obligarlo a eliminar adjetivos, tachar encabezados concluyentes y borrar cierres sentenciosos.

He reflexionado sobre este tema a propósito del perfil que han tomado, en ciertos canales, medios escritos y radios, las “noticias” –así, entre comillas– políticas, económicas y las que se vinculan con la seguridad o inseguridad ciudadana.

“Noticias” que se han tomado licencias exclusivas del periodismo de opinión, como el uso de adjetivos, encabezados concluyentes o cierres sentenciosos.

Amablemente convocado a cuidar mis principios, regresé al Consultorio Ético de Javier Darío Restrepo, en el portal web de la Fundación por el Nuevo Periodismo Iberoamericano de Gabriel García Márquez, en busca de certezas para mis dudas. Y encontré recetas contra los fantasmas de la regulación, que las comparto.

“Las leyes reguladoras de los medios de comunicación per se no se convierten en obstáculos para el ejercicio independiente de la profesión. Es importante considerar:

“1. Es deber de los gobiernos defender los derechos de la ciudadanía que pueden ser afectados por los medios de comunicación. Por ejemplo, el medio que convierte la noticia en mercancía y cuya prioridad predominante es el negocio, o la defensa del interés particular. En tal caso se viola el derecho ciudadano a la información.

“2. La libertad de prensa no es un derecho absoluto y debe estar al servicio de una información libre. Sus límites deben ser observados y hechos respetar por quien tiene constitucionalmente la función de defender el interés y los derechos del público.

“3. A los periodistas nadie nos da la libertad porque esta es una creación de cada persona. No son de temer tanto los gobiernos abusivos, como los periodistas incapaces de emprender cada día las tareas de consolidación de su independencia.

“4. Es una actividad necesaria la defensa de las libertades de expresión y de información, pero la invocación de estas libertades puede convertirse en excusa para ignorar o justificar los abusos desde la prensa”.

Y sobre el periodismo de opinión: “Quien opina es alguien que busca la verdad de lo sucedido, de una idea, de un personaje, de una postura política o religiosa. Lejos de cualquier posición dogmática, la opinión deja abierta la posibilidad de un diálogo con otras opiniones y corrientes del pensamiento. La columna editorial, en consecuencia, además de tolerante, hace parte de un proceso de búsqueda común de la verdad”.

Artículo publicado en EL UNIVERSO

jueves, diciembre 03, 2009

La defensora del lector y los intocables



Por Fernando Checa Montúfar
Director general de CIESPAL


Como reacción a la crítica académica y ciudadana a los medios ha ido surgiendo cada vez con más fuerza la idea de que la actividad periodística es intocable y de que aquel que ose criticarlos está automáticamente alineado con el gobierno. Un buen ejemplo de esto es el contenido de la columna dominical, del 29 de noviembre de 2009, de Ana Karina López, Defensora del Lector del Diario Hoy.

Allí comenta las cartas enviadas por Arsenio Proaño, Sara Santacruz y Nancy Obando, quienes cuestionan, como lo hicimos nosotros en un artículo, la exageración del titular y del enfoque de la nota con la que ese diario dio cuenta de la manifestación organizada por Carlos Vera, en Quito, el 26 de noviembre, en la que se calificó de “multitudinaria”, cuando según otras versiones la asistencia fue de algunos centenares.

Para López, la opinión de estos lectores no se debe a una lectura crítica de la información del diario sino que es el resultado de “la propaganda de Carondelet” con la cual “el poder ha logrado que algunos ciudadanos comulguen con su línea en detrimento de sus propios derechos (¡!). Verdadera obra prestidigitadora” (los signos de admiración son nuestros).

¿Realizar una lectura crítica es ir en contra de los propios derechos? ¿Señalar los errores periodísticos es atentar contra la libertad de expresión y por tanto contra un derecho fundamental también ciudadano? Más allá de la arrogancia que implica suponer que criticar a los medios es atentar contra los derechos ciudadanos, hay un punto preocupante en la columna de López que incumple una de las funciones básicas de la Defensoría del Lector: no analiza ni confronta la crítica de los lectores con la versión del periodista responsable de la nota para sacar conclusiones, como le corresponde hacer, sino que se dedica a deslegitimizar la opinión de aquellos argumentado subjetivamente que es el resultado del “martilleo devaluador de Rafael Correa contra los medios”; es decir, para la Defensora, la calentura está en las sábanas, el problema no es de una versión del diario cuestionada por los lectores, sino que estos, por efecto de ventriloquía más que de prestidigitación, dicen lo que Correa quiere.

Cabe recordar a López lo que hace unos 15 años escribiera el actual Subdirector de Opinión, Diego Araujo (véase Chasqui # 54, junio de 1996, p. 60), con respecto al rol del Ombudsman, cuando ocupó este cargo en el Hoy: “escuchar y examinar las quejas de los lectores, juzgar la rectitud y buen sentido de la información, fotos y gráficos del periódico (…) abogar por sus derechos a recibir una información veraz, imparcial y transparente” ¿Tuvo la información criticada esas características? Este debió haber sido el enfoque del análisis de la Defensora y no la deslegitimación prestidigitadora de los lectores.

Lea el artículo completo

La foto fue tomada de hoy.com.ec

miércoles, diciembre 02, 2009

Sí, a las calles


Por: Rubén Darío Buitrón
¿Los periodistas debemos salir a las calles para defender nuestro trabajo? Sí, definitivamente sí.

Pero, ¿salir a las calles para qué? ¿Para gritar contra el Gobierno? ¿Para rechazar el nefasto proyecto dedicado contra los medios privados y mal llamado “proyecto de Ley de Comunicación”?

Salir a protestar es un derecho de todos los ciudadanos que sienten amenazadas sus libertades. Y las calles son el espacio más idóneo para expresarse cuando el poder político cierra los espacios de debate y deliberación.

Pero, ¿a los periodistas nos compete desfilar levantando carteles antipoder o gritando consignas? No lo creo.

A los periodistas nos compete hacer periodismo, no militancia partidista. Es la mejor manera de preservar nuestra autoridad crítica.

Porque el periodismo sería mejor si saliéramos a las calles a rehacer nuestras rutinas, a penetrar en lo más hondo del tejido social y a contar la vida desde ahí.

Estaría en mejor nivel si muchos reporteros no pasaran buena parte de su tiempo encerrados en el teléfono en busca de analistas, expertos y todólogos para que llenen de opiniones las noticias.

Estaría en un mejor nivel si muchos reporteros de la prensa gobiernista no pasaran buena parte de su tiempo recorriendo los pasillos de la burocracia en busca de frases prefijadas sin contrastar fuentes ni ejercer la duda.

Otro sería el nivel si muchos reporteros de la prensa “privada” dejaran de buscar intérpretes de la verdad y contaran los hechos directamente con el pulso que solo puede expresar la cotidianidad social.

Si hiciéramos un trabajo más riguroso, profundo, contextual, preciso y apegado a los hechos quizás pudiéramos recuperar los espacios de credibilidad que han sido demolidos por la campaña semanal del presidente Correa contra los medios y los periodistas que no se subordinan a él.

Sí, hay que salir a las calles.

Pero salir para mezclarse entre la gente, vivir lo que vive la gente de la calle, oler, gustar, tocar, mirar, escuchar la vida de la calle y de la gente.

Salir para desubicarnos, asombrarnos y perder las certidumbres, para no sujetarnos a un libreto monótono y circular, para encontrar nuevas fuentes, para saber en qué anda la gente, de qué está hablando, qué le interesa conocer, aprender, decir, compartir.

Hay que salir a las calles porque nuestro deber es acompañar a la sociedad en sus procesos, sin que deba importarnos si esos procesos van contra nuestra manera de entender la realidad.

Desde el periodismo podríamos empezar nuestra propia revolución mediática, una revolución que implica cuestionarnos más, autocriticarnos más, ser más tolerantes y humildes, dejar arrogancias y soberbias, leer mejor el país.

En las calles está la vida. Caminarlas y sentirlas es, para un periodista, la mejor manera de estar cerca de la gente y lejos, muy lejos del poder. De cualquier poder.

Artículo publicado en EL COMERCIO

lunes, noviembre 30, 2009

El patrimonio en las fotos de Vicente Tello


Fue domingo, día de fútbol. No había otro motivo para -a mediados de la década de los años 60- “bajar” al sector del estadio. No recuerda quiénes se enfrentaron ni el resultado final. Solo que antes y después del partido el Restaurante de Mama Guada, en las avenidas Doce de Abril y Solano, estaba repleto de hinchas que buscaban una porción de caldo de patas, “el mejor del territorio nacional”.

Fue una acción instintiva: subió las escalinatas, tomó un descanso; sacó su cámara, enfocó esa enorme casa de dos pisos y seis balcones frente a la orilla derecha del río Tomembamba, y captó la escena que hoy, cuarenta años después, es un hito del patrimonio que no fue, que se perdió para siempre, que está en la memoria de una generación de la que quedan pocos.

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La Fiscalía “recoje” versiones


Por Marco Tello
Desde luego, el error ortográfico no corresponde al título de este comentario, sino que reproduce el encabezamiento de la noticia que traía un diario de circulación nacional este mes de noviembre. Si el error en un medio de comunicación acreditado por su rigor pasó inadvertido al apurado redactor y al corrector de pruebas, es probable que también lo haya pasado así a los apresurados lectores, puesto que el ojo tiende a captar en una sola fijación la masa de letras en negrita que preside las informaciones dispuestas en una sola columna.

Es natural que dudemos entre la g y la j en el momento de escribir algunas palabras exigidas de pronto por el contexto de una información. Confiados a nuestra experiencia, es frecuente que no tengamos el cuidado de acudir humildemente al diccionario. Pero ya que las palabras vuelan y sólo la escritura permanece, según aseguraban los latinos, resulta siempre provechoso, al poner por escrito las ideas, pulsar una que otra norma ortográfica grabada en el disco duro del cerebro.

Tienen mucha razón quienes afirman que la complicada ortografía del español no se aprende con reglas, sino mediante la atenta lectura y la escritura constante; pero también es verdad que no es fácil dominarla sin ellas, sobre todo cuando se trata de un mismo sonido para el cual disponemos, en la escritura, de letras diferentes. El error que comentamos obedece posiblemente a que en el cerebro del periodista resonaba la palabra “recoge” con el mismo sonido de enoje, moje, arroje, desaloje, etc. La duda se hubiera disipado con recordar una regla de oro que antes se enseñaba en las escuelas y ahora se la repite casi en vano en colegios y universidades, según la cual los verbos terminados en “ger” (excepto tejer y sus compuestos) se escriben con j, salvo si el sonido precede a las vocales “o”, “a”; así: recogía, recogiera, recogería, recoge, recojo, recoja. Los otros verbos enunciados en la serie de ejemplos no terminan en “ger” sino en “jar” (enojar, mojar, arrojar, desalojar).

Por pereza o por desmedida confianza en los recursos informáticos, solemos restarles valor a ciertas normas aplicables con facilidad cuando se nos presentan dudas en el acto de escribir. Tan provechoso como ayer, resultaría volver hoy a los ejercicios escolares para evitar errores que pueden convertirse en horrores.

Artìculo publicado en EL TIEMPO

viernes, noviembre 27, 2009

Examen

1.- Redacte una entrada de 200 palabras sobre el tema de las marchas contra la nueva ley de comunicación que se entregó en la Asamblea Nacional; utilice recursos multimedia.

2.- En un buscador identifique el tema “Radios en la red toman fuerza”. (El Universo, 17 / IX / 2009) Elabore una entrada multimedia de extensión libre.

3.- Las direcciones de las dos entradas las debe enviar al correo teo_tello@hotmail.com con los siguientes datos:

Nombre
Ciclo
Mención


Se considerarán solamente los trabajos enviados entre las 18:45 y las 19:00.

jueves, noviembre 26, 2009

Vicentello y el patrimonio que no fue



Un fino polvillo es el primero en darnos la bienvenida. Está acompañado del olor de las fotografías conseguidas artesanalmente con el procedimiento químico del metol, el sulfito, la hidroquinona. Olor al que estábamos acostumbrados cuando ayudábamos a nuestro padre a procesar los formatos mayores, porque un par de manos era insuficiente en el pequeño laboratorio artesanal que aún subsiste al paso del tiempo y al embate tecnológico.

Una a una, de las cajas con el sello Agfa, extraemos viejas fotografías en blanco y negro y seleccionamos las mejores, las que recogen el testimonio arquitectónico de la Cuenca Colonial, de la ciudad Republicana, de los espacios que estarán ausentes el 1 de diciembre, cuando los cuencanos celebren diez años de la declaratoria de la urbe como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por parte de la Unesco.

Y una sensación de angustia nos invade cuando descubrimos los testimonios de lo que fue la Atenas del Ecuador en las décadas del 60, 70 y 80. Angustia al observar cómo una cuadrilla de trabajadores derruye, adobe tras adobe, el primer edificio de la Gobernación, inicialmente diseñado por el arquitecto y sacerdote alemán Juan Stiehle, el mismo que concibió los planos de la Catedral Nueva y construyó puentes y varias de las 602 estructuras inventariadas por el Municipio por su valor arquitectónico, tras la declaratoria de la Unesco.



Y la angustia se transforma en impotencia al descubrir que donde hoy están los edificios multifamiliares del IESS, en la plataforma baja sobre la que se asienta la ciudad moderna, había una enorme casa de dos pisos, construcción de tierra y bahareque, y cubierta de teja, con seis balcones hacia la orilla derecha del río Tomebamba, que al momento de apretar el obturador quedó inmortalizado con un generoso caudal de aguas cristalinas. Y la impotencia se vuelve resignación al ver los huertos del monasterio de El Carmen de la Asunción, fundado en 1682, que ocupaban toda una manzana, aislados del mundo exterior por unas elevadas y gruesas paredes de más de un metro de espesor. Huertos que fueron desplazados por hoteles, tiendas comerciales, notarías y oficinas de abogados, en pleno corazón del centro histórico, junto a la tradicional Plaza de las Flores.

Todas estas fotografías integran una colección particular de Vicente Tello Tapia, Vicentello, fotoperiodista de amplia trayectoria en Cuenca y poseedor de uno de los muchos testimonios gráficos sobre la riqueza arquitectónica de una ciudad que guarda la traza española con la que fue fundada el 12 de abril de 1557, y que le valió el título de la Unesco.

Lo que queda de relevante en la tierra de los cuatro ríos se debe en gran parte a la gestión del movimiento Acción Cívica, vinculado en la década de 1960 a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca, que se enfrentó a los intereses de grupos que no entendían la importancia del patrimonio edificado, y que confundieron desarrollo con desarrollismo.

El próximo mes, los ciudadanos se vestirán de gala para recibir la primera década de la declaratoria. Definitivamente en la agenda falta un espacio de autorreflexión de los organismos responsables de mantener la memoria histórica urbanística.

Artìculo publicado en El Universo

lunes, noviembre 23, 2009

ITV, la gran ganadora

¿Cuándo lograron consolidarse los premios "Artes y Ciencias de la Comunicación" ITV, de Guayaquil, como un referente de lo que se debe y no hacer en radio y televisión?

Lo digo por el eco que está alcanzando este evento en los medios escritos –que resuene en los audiovisuales es entendible, pues allí están los “premiados”- sin reparar en detalles como la poca rigurosidad de los parámetros para “definir a los mejores”; la independencia de la entidad nominadora: un instituto privado que “forma” a presentadores de radio y televisión; la transparencia de la selección…

Espacios acríticos (aunque también los hay críticos) que están confirmando a los premio ITV como un referente. Vuelvo al planteamiento del inicio porque creo que es un tema realmente preocupante, más allá de que a las premiaciones vayan personalidades como Alfonso Espinoza de los Monteros o Teresa Arboleda –el ego por delante, claro-. Es preocupante que los estudiantes de periodismo tomen a los premios ITV como el norte que hay que seguir.

Al parecer los ITV, en principio, llenan una especie de vacío existente en “Guayami”, mezcla de Guayaquil y Miami con la que se encantan muchos habitantes del Puerto Principal, y necesario para la estirpe farandulera. “Alfombra roja” de por medio para complacer a los programas ligth, los premios ITV manejan una extraordinaria maquinaria y estrategia para llegar y posicionarse en la opinión pública, y sin mayor esfuerzo aunque con mucho dinero.

Si no me equivoco, van como siete ediciones del evento. Y ya hay quien los imita: otros institutos privados que descubrieron que al final de la noche de gala, y con un poco de inversión en las estatuillas, ellos serán los ganadores. Solo deben satisfacer el ego de los que están detrás de los micrófonos y el resto viene solo.
Pero mejor comparto con ustedes un poco de lo que hace el ITV, la entidad nominadora y premiadora…



Perdón si después de esto ustedes también se quedan con insomnio…

viernes, noviembre 20, 2009

Examen de Comunicación digital en los medios

1.- Redacte una entrada de 200 palabras sobre el tema de las marchas contra la nueva ley de comunicación que se entregó en la Asamblea Nacional; utilice recursos multimedia.

2.- En un buscador identifique el tema “Radios en la red toman fuerza”. (El Universo, 17 / IX / 2009) Elabore una entrada multimedia de extensión libre.

3.- Las direcciones de las dos entradas las debe enviar al correo teo_tello@hotmail.com con los siguientes datos:

Nombre
Ciclo
Mención


Se considerarán solamente los trabajos enviados entre las 18:45 y las 19:00.

Mis baños en tres minutos


Lo estoy ensayando. En serio que lo estoy ensayando. Luego de ver al termómetro marcar 29 grados centígrados al mediodía de la otrora helada Cuenca, de batallar con los cortes de agua y los racionamientos de energía eléctrica, de soportar lluvias de ceniza por las más de mil hectáreas quemadas en las últimas tres semanas en el entorno rural de la capital azuaya, debemos despolitizar el tema y ser más sensatos con el medio ambiente. Eso incluye baños de tres minutos.

La tarde del martes, a 3.500 metros sobre el nivel del mar, trataba de entender las motivaciones sociológicas que llevan a edificar una imagen católica de 30 metros de altura sobre un cerro casi inaccesible y sagrado para la cultura Cañari: el Abuga. “Como parte del Cuerpo de Bomberos he venido a pedir que paren los incendios forestales, nosotros ya no podemos más”, me dice Marco Pérez, voluntario derrotado por la inclemencia de los incendios. Y su “milagro” fue atendido de inmediato: en el horizonte relámpagos anunciaban la llegada de un intenso aguacero que, por nuestra posición, vimos cómo minutos después ahogaba paulatinamente fuego y humo.

Obviamente se trataba de una coincidencia, pues así como debemos despolitizar el tema, no debemos pensar que la solución a nuestros problemas ambientales pasa por lo religioso. Hay indicadores concretos de lo que estamos haciendo con el futuro del planeta.

Diariamente llegan al Azuay, desde la Terminal de Pascuales, 100 tanqueros con mil galones de capacidad cada uno, para proveer de combustible extra, súper, diésel y diésel prémium a los centenares de miles de automóviles –solo en Cuenca 80 mil– que actualmente circulan por sus calles y avenidas.

Los congestionamientos ya no están en determinadas intersecciones del centro histórico; están en todas las vías principales y secundarias, accesos, redondeles…

¿Y qué ocurre en las más grandes urbes del país, como Quito y Guayaquil, donde viven más de cuatro millones de personas?

Utilizar más transporte público alivianaría la carga de CO2 que diariamente lanzamos a la atmósfera, y que es parte del ciclo que provoca el calentamiento global, el desplazamiento de nubes, la ausencia de lluvias, los racionamientos eléctricos, la deforestación…

Proporcionalmente nada que envidiar a Brasil, donde está la mayor reserva mundial de la biósfera, pero donde en 8 años se quemaron 2,4 millones de hectáreas de bosques.

Solamente por el cambio de uso del suelo, con quemas provocadas de bosques, se lanzan emisiones de carbono a la atmósfera por 1.700 millones de toneladas; según estudios del Centro Internacional de Investigación Forestal, esta cifra equivale apenas al 20% de las emisiones globales de carbono; una cantidad similar corresponde a las emisiones del sector del transporte que utiliza combustibles fósiles.

También en Bolivia se culpa a la política de las consecuencias ambientales como la del lago Titicaca, cuyo espejo de agua ha perdido 4 metros de altura; o de las inundaciones que, simultáneamente a la sequía en Sudamérica, ocurren en Centroamérica.

Ahora con permiso, es hora de mi baño de tres minutos a pesar de que en el Austro las lluvias se han desatado. Y que todo sea por brindar una oportunidad para los que vienen atrás.

sábado, noviembre 14, 2009

¿Nos da una oportunidad, señora Carrillo?


La premura de la Asamblea Nacional por aprobar proyectos de ley, como el de comunicación, es una de las responsables de excluir del debate, democrático y participativo, a personas e instituciones que no estamos en ninguno de los dos polos centralistas del Ecuador: Quito y Guayaquil.

De todas formas, y pese a exclusiones y apuros, la Escuela de Comunicación de la Universidad de Cuenca ha decidido dedicar generosos espacios –sin afectar el desarrollo académico de los estudiantes de periodismo y relaciones públicas– a una discusión aguda sobre lo que debería ser una ley de comunicación que garantice, entre otros aspectos, el libre acceso a la información y sus fuentes; la no censura previa de los contenidos; la responsabilidad ulterior de los comunicadores en la emisión de noticias; la obligatoriedad de los medios de comunicación de garantizar la participación remunerada de pasantes provenientes de las escuelas de periodismo; la defensa del ejercicio profesional del periodista…

Y este proceso no es nuevo. Desde hace varias semanas, por iniciativa de un grupo de estudiantes y docentes, los tres proyectos de ley propuestos por Panchana, Tibán y Montúfar, fueron analizados en las aulas, gracias al apoyo de diario El Comercio que entregó 400 ejemplares impresos de los tres proyectos de ley. Cada docente discutió, analizó y procesó los artículos, hasta que trascendió que las tres iniciativas se habían diluido y la Comisión Ocasional de Comunicación trabajaba “contrarreloj” para montar un nuevo proyecto que deberá estar terminado, aprobado y santificado hasta el 20 de noviembre.

Los acuerdos a los que se han llegado en las aulas resultan interesantes, aunque también han dejado dudas. Como por ejemplo: ¿Sumarse como Universidad con sus aportes al proyecto, se interpretaría como un aval a una ley de la que se sospecha pretende amordazar a los medios que no se alineen con el régimen de turno?

¿Evadir la responsabilidad, y el derecho, de expresar opiniones desde la cátedra y enriquecer el proceso de elaboración de la ley de comunicación, a futuro puede pasar a los involucrados una onerosa factura ante la inevitable aprobación del proyecto regulador de los medios de comunicación?

¿Oponerse a la ley, por considerarla un proyecto mordaza, perennizaría la “patente de corso” que ciertos medios y periodistas se toman para vivir del oficio, poniéndolo al servicio de sus intereses y dejando al ciudadano común a expensas de los atentados a la honra ajena?

Las jornadas de reflexión han reparado, además, en la necesidad de ejercer un periodismo responsable, preciso, exacto, riguroso, responsable, como la mejor estrategia contra cualquier proyecto de ley que posteriormente puede tornarse en un instrumento de presión desde el poder contra la prensa independiente.

Lamentablemente, apremiados por la misma celeridad impuesta por la Comisión, no se logró reunir al resto de universidades cuencanas para fomentar una discusión integral de los temas que se propondrán a la Comisión Ocasional.

Hoy y mañana se realizarán las dos últimas instancias para definir la propuesta definitiva desde los estudiantes y docentes; esperamos redactarla hasta la próxima semana.

La cátedra cuencana se merece la oportunidad de que su opinión se incluya en la ley. Y eso depende de su voluntad, señora Carrillo
Artículo publicado en EL UNIVERSO y EL COMERCIO.

jueves, octubre 29, 2009

¿Y cuánto hay para salvar la casa?


La propuesta del gobierno ecuatoriano para que los países desarrollados –y por lo tanto los que más contribuyen al calentamiento global- entreguen dinero a cambio de no explotar el eje petrolero Ishpingo-Tambococha-Tiputini en el Yasuní, plantea un desafío para quienes saben que debemos salvar al planeta del desastre ecológico que provocan la deforestación y la emanación de carbono.

Lo que se ha denominado como la Iniciativa ITT, es decir renunciar a reservas por más de 840 millones de barriles de petróleo siempre y cuando los países desarrollados entreguen, a lo largo de 13 años, siete mil millones de dólares destinados a reforestación, remediación ambiental e inversión en las comunidades afectadas, será la oportunidad para demostrar esa voluntad de querer salvar la Tierra. Al menos Alemania ya se ha pronunciado a favor de la propuesta comprometiendo 50 millones de dólares. La expectativa se centra ahora en los Estados Unidos.

Este tipo de iniciativas, guardando las distancias y proporciones, ya se desarrollan en nuestro país. En Pimampiro, provincia de Imbabura, desde el año 2000 está en marcha uno de los proyectos de pago por servicios ambientales para asegurar el manejo y sustentabilidad del agua.

La idea pertenece al Centro Internacional de Investigación Forestal, CIFOR, y consiste en recargar un 20 por ciento en las facturas de agua a quienes viven en Pimampiro, recargo que luego es entregado a quienes viven en los lugares donde nacen las fuentes de agua, con la condición de que no las contaminen, las cuiden y las preserven de la explotación forestal: dinero en efectivo a cambio de no convertir en dinero la madera de los bosques que, en un complicado y frágil ciclo, generan el agua. Proyectos similares se replican en Colombia, Bolivia y Brasil.

Otros programas siguen el mismo objetivo: El plan de Reducción de las Emisiones producto de la Deforestación y Degradación Ambiental, REDD por sus siglas en inglés, tiene dimensiones globales tanto en el plano del financiamiento como de inversión.

El objetivo de REDD es que los países que estén dispuestos y puedan reducir las emanaciones de carbono provenientes de la deforestación, sean recompensados financieramente. En el reciente Congreso Forestal Mundial, en Argentina, grupos indígenas y de ecologistas pusieron reparos al tema de pagar por servicios ambientales, pues creen que la solución no es exclusivamente monetaria: la gente se acostumbra al dinero y nada asegura que se preservará cuando el flujo de dinero termine.

En la Cumbre por el Cambio Climático, que se desarrollará en Dinamarca en diciembre, se buscará un consenso político que viabilice las inversiones en los países con bosques tropicales, cuya degradación solamente en la década de 1990 produjo emisiones de hasta 1.6 billones de toneladas de carbono anuales.

Las cifras en ITT no dejan de ser macro: pagar para evitar la explotación petrolera asegura la vida de 2.270 especies de árboles; 560 tipo de aves; 175 clases de mamíferos, 105 de anfibios y 83 especies distintas de reptiles. Por todos estos indicadores el Yasuní tiene la categoría de Reserva Mundial de la Biósfera.

Tanto España como Francia están interesadas en el proyecto. Falta que la patria del flamante Premio Nobel de la Paz diga, de forma clara y transparente, cuánto hay para salvar la casa.



*Artìculo publicado en EL UNIVERSO

jueves, octubre 22, 2009

Mandatarios: no queremos que siembren árboles


El martes la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, tomó, con cierta dificultad, dos paladas de tierra y las depositó en un árbol recién plantado en los jardines de la Casa Rosada.

Luego, caminó hasta un atril y dijo a medio centenar de asistentes: quiero que sepan que no es el primer árbol que siembro; deben ser como mil entre plantas, árboles y arbustos.

Antes de continuar, en un arranque de honestidad, aclaró: bueno, en realidad no soy quien los ha sembrado; solo he dicho al jardinero dónde ponerlos…

Entonces me vino la duda: ¿El problema del calentamiento global se solucionará si cada Presidente siembra mil árboles? ¿O bastaría con que cada uno firme un decreto, uno solo, obligando en cada país el cumplimiento de leyes ambientales y de responsabilidad social empresarial?

El acto simbólico se organizó a propósito del XIII Congreso Forestal Mundial que hasta mañana congregará en Buenos Aires a expertos ambientales de 170 países, como evento previo a la Cumbre del Clima de Copenhague, en diciembre.

Una cita intensa, en la que se han escuchado autocríticas: “Basta de diálogos interminables y aburridos… Basta de documentos declarativos… La explotación de madera no solo debe ser legal sino también sustentable; lo legal no siempre es sustentable”.

Lo dijo José Carlos Carvalho, secretario de Medio Ambiente de Minas Gerais, Brasil, durante una plenaria a la que asistía Jan McAlpine, directora del Foro Forestal de las Naciones Unidas.

En esa misma sala se escucharon cifras escalofriantes. El 80 por ciento de la biodiversidad del planeta está en los bosques –especialmente los tropicales-, donde viven 300 millones de personas; sólo en el Ecuador 198 mil hectáreas de bosque se pierden cada año y no se reponen; el comercio de productos forestales mueve 327 mil millones de dólares al año.

No es suficiente que Presidentes digan a sus jardineros en qué lugar de la sala deben poner plantas y arbustos. Se requieren Gobiernos con voluntad política para alentar leyes que combatan la deforestación y el consecuente calentamiento global.
Por lo menos en Ecuador hay un mandato constitucional que obliga a proteger ecosistemas frágiles; así que se espera una ley que sancione, por igual, tanto a quienes arrasan hectáreas de bosques, como a quienes contaminen –como los dueños de la fábrica de cerámicas instalada junto al río Tomebamba, en Cuenca, que lancen residuos y cambian el color de las aguas-.

Los llamados de atención en algunas intervenciones del XIII Congreso, donde los organizadores han demostrado cierta opulencia que avergüenza cuando se trata de temas forestales que afectan a los más pobres de los pobres, debe promover en Copenhague un frente común ante los países desarrollados que se niegan a reducir sus emisiones de carbono.

Con una posición que sea, además, coherente con las políticas que deben adoptar los países en desarrollo, como la obligatoriedad de adquirir madera con la certificación de que no proviene de bosques protegidos y que los beneficiarios llevan adelante planes de remediación.

Solo así las interminables discusiones en elegantes salones y con extravagantes logísticas, tendrán sentido. Y se evitará que, como ocurrió entre 1990 y 2005, se pierda el 3 por ciento de los bosques del mundo.



Publicado en EL UNIVERSO.

lunes, octubre 19, 2009

Periodista argentino


Sin generalizar, pero parece que ciertos periodistas argentinos son un verdadero ejemplo de lo que no debemos ser ni hacer.

El escenario: la sala de prensa en el recinto La Rural, en Buenos Aires, Argentina.
El motivo: el XIII Congreso Forestal Mundial.
Los actores: cuatro periodistas de medios argentinos. Y uno ecuatoriano.

Escena I

Cuatro periodistas argentinos inician una bulliciosa jornada en la sala de prensa. Abren sus buzones de correo y empieza el intercambio.

- Mirá lo que me shegó…una invitación a la Patagonia todo pagado tres días…¿Te anotás?, pregunta el más histriónico al más joven.
- Sha lo tengo, lo confirmé asher…responde sin dejar de hurgar en su buzón.

Escena II

Un tercer periodista, de ojos azules y traje informal, increpa a los dos:

- A mí no me shegó…me lo pasás…(luego de unos minutos) Por qué me lo pasás si está a tu nombre?
- Pará, pará…mirá lo que tengo acá; una invitación para barco en Puerto Madero; gratis y lunch a bordo…hay que confirmarlo hasta hoy…

- Me lo pasás..? le dice del otro lado de la mesa el más joven.
- No, mejor vení y lo copiás…le responde.
- Pasála loco; sho también puedo confirmar…dice el más lacónico.

Interviene una tercera periodista, dirigiéndose a un guardia de seguridad.
- Vení…vení; cómo hago para imprimir..?
- Lo tiene que copiar, sin cortar, y luego lo pega en una hoja Windows…los equipos están en línea y la impresora es solo una…está ashá…dice muy respetuoso.
- Y cómo sabés tanto..? le increpa…
- Fui a la escuela…aunque lo que me enseñaron sha lo sabía…responde.
- Bueno…sho también lo sabía…solo que fui unos años a trabajar en radio y no he practicado…dice mirándome directamente a los ojos, ahora que yo ya he perdido la concentración en mi artículo.

Escena III

Tres ciudadanos koreanos ingresan a la sala de prensa. Sonreidos y en medio de reverencias con la cabeza, entregan folletos turísticos y una invitación para que visiten el estante Bonghwa Gun sobre forestación en Korea.
Antes de irse entregan unas pequeñas cajas con un sutil detalle dentro: una máscara tallada en madera.

Al descubrir el detalle, dos de los cuatro argentinos saltan de la mesa e interceptan al grupo de koreanos que ya se retira.
- Sho tengo hijos…sho tengo hijos…dice uno de ellos exigiendo otra cajita.
- Una más para mi compañera…dice el otro. En total cada uno obtiene tres cajas extras.

Los koreanos sonríen, pero admirados y sin gracia.

- Y bueno…es para mi compañera…dice uno de los periodistas argentinos ante mi mirada acusadora.
- Sho voy para ese estante…me acompañás…dice el más locuaz y los dos restantes le siguen.

Mientras la periodista de radio lucha contra la tecnología más simple del Control C, Control V, salgo por un café. Cuando regreso no hay nadie; solamente los folletos de Forest de Bonghwa Gun sobre la mesa.

Camino hasta un restaurante en Corrientes. Pido un cubano y tomo el ejemplar del día de Clarín. La nota que más me llama la atención me quita el apetito: Medios: la oposición resiste el apuro Kirchnerino por el órgano de control.

Ah…es la ley de medios aprobada en Argentina recientemente. Seguro que los cuatro periodistas estarán de acuerdo en defender la libertad de expresión…pero luego de que consigan más recuerdos para sus hijos y se registren en todas las invitaciones que su “apretada agenda mediática” les permita.

Cae el telón.

* En la foto, el más lacónico se va con sus regalos.

jueves, octubre 15, 2009

para la preomiosma semana hjat qie dejas ytabahin para los alñim,snmops.

eskte vñode està epndiengte

viernes, octubre 09, 2009

Resistencia a la Ley de Comunicación



Que en nombre de la libertad de expresión se enfrente a una ley de medios no quiere decir que el ciudadano, que no pertenece a un medio, quede desamparado. Lo digo a propósito de mi artículo de la semana anterior (01-X-09) en el que expuse transgresiones de la prensa en contra del derecho de personas comunes y corrientes, y también de ciertas entidades en contra del oficio periodístico.

He creído necesario volver sobre el tema de la ley –cuya aprobación se postergó, por lo que el análisis salió de la agenda de algunos medios- pues ese día diario Hoy publicó una entrevista al periodista español Miguel Ángel Bastenier en la que sugería formar una oposición cívica a la ley de medios, y porque una entrañable amiga, luego de leer mi columna, me preguntó: ¿y cuál de las tres propuestas crees que se debe aprobar?

¡Ninguna! Le respondí. Mi reflexión apunta a una legislación independiente de todo Gobierno, que regule el oficio en función de los derechos ciudadanos, porque somos los periodistas quienes, en nombre de la proclamada libertad de expresión, hemos violentado esos derechos exponiendo, equivocadamente, a inocentes al escarnio general. Hay que admitirlo.

Me refiero a una regulación –la autorregulación en Ecuador tiene deudas- como la que el propio diario de Bastenier propone. He aquí algunos ejemplos tomados del manual de estilo de El País, de España, donde Miguen Ángel fue subdirector de asuntos internacionales y hoy es articulista y uno de los maestros en su escuela de formación de periodistas:

Artículo 1.4 El periódico no publica informaciones sobre la competición boxística, salvo las que den cuenta de accidentes sufridos por los púgiles o reflejen el sórdido mundo de esta actividad. La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que puedan contribuir a su difusión.

Artículo 1.6 El periodista deberá ser especialmente prudente con las informaciones relativas a suicidios. En primer lugar, porque no siempre la apariencia coincide con la realidad, y también porque la psicología ha comprobado que estas noticias incitan a quitarse la vida a personas que ya eran propensas al suicidio.

Artículo 1.9 El derecho a la información es sobre todo del lector, no del periodista. Si se encuentran trabas, se superan; si éstas añaden información, se cuentan; si no es así, se aguantan. Las columnas del periódico no están para que el redactor desahogue sus humores, por justificados que sean.

Artículo 1.12 El periodista transmite a los lectores noticias comprobadas, y se abstiene de incluir sus opiniones personales. Cuando un hecho no haya sido verificado suficientemente, el redactor evitará en las noticias expresiones como ‘al parecer’, ‘podría’, ‘no se descarta’ o similares.

Artículo 1.15 La atribución de la noticia a una fuente o fuentes no exime al periodista de la responsabilidad de haberla escrito.

Cinco motivos que se suman a 574 razones más, en 429 páginas, que todo redactor de El País debe dominar. Razones que ante el ciudadano garantizan la convicción de Bastenier en torno a su propuesta de resistencia.

La pregunta es ¿tenemos esa misma convicción como para armar una resistencia que nos libere de responsabilidades posteriores?

Entrevista en Hoy.com.ec a Miguel Ángel Bastenier.

jueves, octubre 08, 2009

El teléfono dañado II



En la entrada anterior (El teléfono dañado) expuse una serie de versiones tomadas durante un operativo policial. Los detalles eran los siguientes –apegándonos estrictamente a las preguntas básicas que, según el periodismo norteamericano, debe responder toda noticia-:

- Quiénes: el sospechoso del robo; el policía perseguidor y hasta once refuerzos más.

- Qué: un policía persigue a un sospechoso; realiza dos disparos. El sospechoso se lanza al río y desde allí “contraataca”.

- Dónde: Orillas del río Tomebamba, de Cuenca; sector de la pasarela universitaria.

- Cuándo: Miércoles 7 de octubre a las 13:50.

- Cómo: el sospechoso fue sorprendido in fraganti cuando iba a cometer un robo dentro de un taxi. En el taxi viajaba un policía, que inició la persecución; el sospechoso se lanzó al río.
(Por no ser del caso, no se requiere responder el por qué)

Aunque no se trata de analizar el papelón de los policías que se negaron a ingresar al río para detener al sospechoso –quizá por miedo al él, porque tres semanas antes sí ingresaron para detener a un colegial durante manifestaciones estudiantiles-, sí hay que recalcarlo: once policías en torno a una sola persona y debieron esperar a que se entregue. No sé, serán los procedimientos policiales, pero lo cierto es que fueron el blanco de críticas y provocaron un enredado congestionamiento vehicular.

Sobre el tema de la cobertura, quedó claro entre los estudiantes las recomendaciones que se dan sobre el arte de tomar notas:

Primero: hay que estar alertas apuntar todo lo que se vea.

Segundo: hay que responder a todas las preguntas (las cinco W del periodismo norteamericano que nos guiaron, nos guían, al iniciarnos en este oficio). Cualquiera sea el género periodístico que utilicemos, siempre debemos responderlas. La nota de El Tiempo, único medio local que cubrió este hecho, responde todas, aunque muchos detalles difieren por falta de una cobertura que vaya más allá de la posición de espectador: limitarse a ver y no a preguntar, entrevistar.

Tercero: recurrir a las fuentes. Y en el caso presente eran: el taxista involucrado; el policía que inició la persecución; el detenido; los testigos.

El video es del estudiante Rafael Caldas.

miércoles, octubre 07, 2009

El teléfono dañado

Miércoles 7 de octubre; 13:50. Llego a la Universidad de Cuenca y escucho dos disparos. Corro a la orilla del río Tomebamba y miro la siguiente escena: tres policías en las dos orillas, y un hombre sumergido hasta el cuello. Uno de los policías tiene un arma en la mano.

Inmediatamente se me ocurrió que podíamos hacer un ejercicio de cobertura con los pocos estudiantes que a esa hora se acercaban a mirar el suceso. En el aula de clases, y en los pasillos, estas eran las versiones:

Versión A: "Era un borracho al que seguía un policía; había asaltado a unos señores y huía cuando pidieron auxilio. Los policías no querían mojarse por eso no entraron al río".

Versión B: "El señor había asaltado a una persona y bajaba corriendo; cuando le vieron los policías le siguieron. En la mano tenía un cuchillo con el que intimidaba a las personas; se lanzó al río y los policías pidieron refuerzos para sacarlo. Lo detuvieron y se lo llevaron en una camioneta”.

Versión C: “Los policías seguían a un asaltante que para evadirlos se lanzó al río. En la mano llevaba un cuchillo llenito de sangre; en el operativo lo capturaron”.

Lo que yo averigüé: “Un sospechoso de ser asaltante aprovechó la luz roja de un semáforo y abordó un taxi a cuyo conductor intimidó con un cuchillo. En el asiento posterior del taxi viajaba un Policía que reaccionó e intentó agarrar al agresor. Corrieron cien metros y el agresor se lanzó al río –hasta aquí declaración tomada al taxista- Segundos antes de que se lance al agua el policía disparó dos veces al aire. El sospechoso se sumergió hasta el cuello para deshacerse del arma; durante una hora lanzó piedras a los agentes que socorrieron al policía que disparó. Finalmente se entregó mientras lanzaba gritos de que lo querían matar; lo llevaron en una camioneta policial” –esta segunda parte la presencié.

A estas alturas ya dudo hasta de mi versión. Esperaré para ver qué informa mañana la prensa, antes de exponer mi conclusión.

Algo de lo nuestro

Duerme negrito...

sábado, octubre 03, 2009

En vilo por estar en la cola


Miles en el país en vilo.
En vilo porque el BArcelona no descienda de categoría. Es decir, que no baje de escalón por ser uno de los peores. Y los medios alentando ese vilo.

Y la prensa celebra porque los "amarillos" no son de lo peor, sino un poquito menos de lo peor. Es decir no descendieron.

Esa visión perdedora, de baja autoestima, es frecuente en el periodismo ecuatoriano: "Jugamos como nunca, perdimos como siempre"; "Solo nos faltó el gol"; "Ahora a esperar los resultados"; "Las posibilidades matemàticas estàn intactas".

Recuerdo cómo, hace pocas semanas, la prensa local cuencana celebraba como un triunfo el que una triatleta ocupara "un deslumbrante" décimo primer puesto en una competencia mundial. Es decir, destacaba que no somos los primeros, los segundos o los terceros. Llegamos en puesto once, y hay que celebrarlo.

En materia de resultados, no solo cuenta el puesto en el que llegastes, sino la marca que impusistes. Solo asì pondremos a equipos, deportistas y dirigentes en el lugar del podio mediàtico que realmente se merecen.

Pero para eso necesitamos un periodismo mucho màs meticuloso, transparente y menos hincha.


La imagen es de Observatorio Fucatel.

viernes, octubre 02, 2009

¡Y quién dijo que necesitamos una ley!



Francisco ejerce el periodismo, y quiso aprovecharlo para llegar a ser diputado. Él integraba la “lista negra” de un medio local, por lo que nadie podía exhibirlo en esas páginas. Un día, presionados por la inoperancia de un fotógrafo que hizo una única toma, pusieron la gráfica de un candidato presidencial acompañado del personaje vetado. Para no transgredir la prohibición, con la ayuda de un programa de edición gráfica, colocaron cabello en la calva de Francisco.

Carlos es un indígena activista y antiminero. Está en la misma lista que Francisco. Abogado, con postgrado en derecho ambiental, se lo invisibiliza desde hace una década. Los dueños de ese medio deciden quiénes salen y quienes no en las páginas de su diario.

Francisco y Carlos necesitan una ley que garantice sus derechos para acceder a medios privados, y los ciudadanos una que impida que los periodistas se aprovechen del oficio para llegar a ser diputados.

Marco es un reportero deportivo muy comprometido. Nunca rehúsa una asignación, por lo que investigar casos de corrupción en la construcción del Centro de Alto Rendimiento de Cuenca no fue la excepción. Durante varios días el compromiso de Marco se estrelló contra las puertas cerradas, documentos incompletos y muestras de desprecio de dirigentes. Documentos públicos inesperadamente recibían la categoría de “clasificados”.

Reporteros como Marco necesitan una ley que garantice su derecho a acceder a la información pública.

A Badillo lo sientan frente a un detector de mentiras cuyos resultados pocos países los consideran pruebas concluyentes en procesos de investigación. Acusado, juzgado y sentenciado por complicidad en la desaparición de dos jóvenes colombianos, Badillo asiste a un show televisivo cuyo promotor dicta sentencia: inocente. Badillo, con un estilo deportivo y con lágrimas en los ojos dice: ¡gracias país..! Pero Badillo no está libre de culpa solo por prestarse al show, ni tampoco ha explicado aún lo que ocurrió con Jaime Otavalo, un detenido que fue investigado por él.

La memoria de los hermanos Restrepo – y de Otavalo- merecen una ley que les haga justicia.

Guido tomó una decisión temeraria: a sus 38 años, soltero y vinculado a la masonería, bebió una copa de cianuro líquido mientras en la sala de su casa escuchaba la ópera Rigoleto, de Giuseppe Verdi. Sus familiares evitaron la escena a su madre, Blanca, y solamente unos agentes ingresaron, tomaron pruebas, datos y fotos. Al día siguiente, en un vespertino, la foto captada por el agente y entregada a una reportera apareció a cinco columnas con un titular que decía: Ebrio se quitó la vida. Blanca no pudo recuperarse y se dejó morir por inanición: un mes después del suicidio se reunió con Guido. Madre e hijo merecen una ley que impida que violen su intimidad.

La semana anterior me telefoneó un periodista para entrevistarme sobre los proyectos de ley de comunicación – que deberían ser de medios, pues la comunicación es un espectro mucho más amplio - y le dije que le respondería solamente si dejaba de llamarme de su celular personal y lo hacía desde uno facilitado por su empresa. Hasta ayer esperé la llamada.

En verdad, todos necesitamos una ley que vele por nuestras obligaciones y nuestros derechos.

viernes, septiembre 18, 2009

Cuenca - Molleturo, 40 años antes


La mañana del 19 de octubre de 1969 un ajetreo inusual se tomó el parque Abdón Calderón, en el centro histórico de Cuenca. Ese día iniciaría una proeza a cargo de un puñado de cuencanos dispuestos...Siga leyendo

Raid Cuenca-Molleturo-Naranjal, 40 años después

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jueves, septiembre 17, 2009

Historias de radio...


Jueves 17 de septiembre. Dejo la pista del parque El Paraíso y me embarco en el vehículo. Faltan quince minutos para las ocho de la mañana y sintonizo en FM una emisora 1.200 en el dial. El locutor anuncia la visita en el estudio de un "señor colombiano" al que le pregunta ¿Cuál es su nombre y qué tiene para contarnos?

El colombiano -su acento es inconfundible- dice que es un refugiado, que lleva a su hijo a operarle "de las vistas" en Santiago de Chile, que momentáneamente está en equis hotel y que necesita dinero. Que el día anterior, por denuncias de la Fundación Vida, unos guardias agredieron e insultaron al chico: "hijueputa por qué no te regresas para tu país", dice que le dijeron.

El entrevistador intenta retomar el control luego que el colombiano espeta más ofensas contra la Fundación y los guardias. El entrevistador -realmente no me imagino qué filtro debe pasar una persona antes de sentarse frente a un micrófono a denunciar cualquier cosa- se limita a repetir, "sí señor, efectivamente usted es un refugiado".

Luego de despedir al colombiano -sin confrontar con la Fundación Vida- el entrevistador anuncia que "ahora pasamos al mayor parque de diversiones del mundo: Disneylandia". Al otro lado del hilo telefónico una voz anuncia que "si llama al siguiente número -repite una serie muy larga- y nos dice cuántos sobrinos tiene el Pato Donald, le regalamos un tour por Disneylandia; además si está entre los diez primeros se va para el Caribe a un crucero espectacular, y puede además extender su estadía en los Estados Unidos una semana más, con todos los gastos pagados, en Miami".

El entrevistador nunca lo dijo, pero se trataba de "un espacio contratado", tal como lo comprobé en una edición posterior del mismo noticiero. Tampoco se aclaró que quienes llamen deberán pagar una especie de impuesto, ni que para viajar hay que cubrir todos los gastos administrativos. Además todo depende de si la Embajada le otorga una visa. Si le niegan, pierde lo invertido.

Ya molesto y en casa ingreso a la ducha donde sintonizo otro noticiero de radio. El intento de los entrevistadores -ahora dos- por impostar la voz, son evidentes. El entrevistado es un padre de familia que exige un nuevo examen a las alumnas de un colegio femenino de la ciudad. El enfurecido padre es "bandera desplegada" de las alumnas que quieren dar un nuevo examen para ver si en esta oportunidad logran demostar que aprendieron algo -o que pueden finalmente copiar al profesor. Todo a pesar de que hace dos semanas inició el nuevo año lectivo.

El entrevistado acusa "a las autoridades del colegio por recibir a tantas alumnas; por no haber controlado ese ingreso", y culpa al rector de las pérdidas de año. Los entrevistadores, más preocupados por impostar la voz, no llaman al acusado, tampoco refutan al enfurecido padre. Solo se limitan a asentir todo lo que él dice y a fingir la voz.

Vuelvo a mi vehículo y parto al dentista. Sintonizo nuevamente los 1.200 de FM y el entrevistador del caso colombiano da "el pase" a uno de sus periodistas que fue a constatar una protesta estudiantil. El periodista, tras citar a un dirigente, recita una suerte de columna de opinión personal improvisada que remata con: "y no se preocupen amigos ayentes, pues le he dicho que proteste, pero que no provoque desmanes".

¡¡Qué alivio!! el peridista ya abogó por la solución de nuestros males. Bendito seas, digo a mis adentros, más molesto y casi sintiendo el taladro en mi molar.

El entrevistador da un "nuevo paso" a otro de sus reporteros. Desde el patio central de la escuela Luis Cordero el periodista dice:"así es amigos oyentes, efectivamente hemos podido confirmar que hay una sospecha de un niño con la gripe AH1N1..."

¿Confirmar que hay una sospecha? Me digo extremadamente molesto. ¿Cómo se puede confirmar una sospecha? ¿Confirmó que se dice por allí...? ¿Confirmó que sí hay un chisme sobre...? ¿No debía despejar la duda, la sospecha, el chisme antes de salir al aire, en lugar de confirmar que hay una duda, una sospecha, un chisme?

¿Me explico?

Solo el inclemente taladro penetrando en mi molar inferior me ayudó a olvidar esa serie de historias de radio llenas de improvisación, falta de ética y ausentes de rigurosidad profesional. Ahora temo que, cuando acabe el tratamiento, ya nada lo suficientemente doloroso y traumático como un dentista me ayude a soportar las nuevas historias de radio.

Y usted ¿qué opina?

miércoles, septiembre 16, 2009

Google hace las paces con los medios


Así lo anuncia este gigante en el tráfico de información en la red de Internet. El lunes presentó Google Fast Flip, un portal que es un dechado de buenas intenciones para con los diarios tradicionales: dará pantallazos, fotografías de unas 40 páginas web de medios en inglés.

El enfrentamiento entre las agencias de cable y Google inició en 2005 cuando una de ellas, la Agencia Francesa de Prensa, la demandó por 12 millones de euros por no controlar el tráfico de imágenes y textos de su propiedad. Ahora sale humo blanco...

La imagen fue tomada del portal de El País

jueves, septiembre 10, 2009

Las sombras del poder...


No es lo mejor que ha interpretado Russell Crowe ni lo mejor que ha dirigido Kevin Macdonald. No soy crítico de cine. Pero el reciente estreno, en Cuenca, de la película Los secretos del poder (apareció en Estados Unidos en abril pasado) me dejó varias reflexiones sobre el ejercicio del periodismo en tiempos de cólera, leyes regulatorias, amenazas y mediocridad profesional...siga leyendo.

lunes, agosto 24, 2009

La Policía acusa, la prensa sentencia


Fue un 8 de marzo. Ese día, dedicado a la mujer, John Fajardo fue detenido bajo la sospecha de haber violado a 16 adolescentes en un barrio al norte de Cuenca. Aquella mañana intentaba cruzar una transitada avenida hasta su casa, y por ello corrió. Una adolescente que viajaba en un bus creyó identificar en él a la persona que tres meses antes le había arrebatado, a la fuerza, su virginidad...siga leyendo

lunes, agosto 17, 2009

Mi Eastern


La mañana en la que el mecánico me entregó mi Eastern arreglada, un visitador a médico expresó por la ventanilla del auto, a todo pulmón, su opinión sobre mi decisión de utilizar bicicleta: ¡¡hazte a un lado hijueputa!! siga leyendo...

miércoles, agosto 12, 2009

Los otros amantes


Los Amantes de Sumpa ya no estarán solos: un descubrimiento en el Centro Histórico de Cuenca ha despertado el interés de quienes están vinculados con la conservación del patrimonio y la reconstrucción de la memoria histórica de la ciudad...Siga leyendo

lunes, agosto 10, 2009

El libro de Melvin...


...visto por Rubén Darío Buitrón.

¿La estrategia es desconocer la trascendencia del 10 de Agosto de 1809 para reducir el papel histórico relevante de Quito en la historia continental?

¿Hay un cuidadoso plan para minimizar la importancia del Libertador Simón Bolívar?...Siga leyendo

viernes, julio 31, 2009

La prensa...rosa


¿Merecía la importancia que ciertos medios -como El Comercio, El Universo y Hoy- dieron a la irrupción –homofóbica- de un grupo de payasos y disfrazados en las afueras del hotel Ramada, donde se realizaba un homenaje a Alexis Mera, un funcionario del régimen de Rafael Correa?

Textos casi idénticos, todos encabezando la nota que, estoy seguro, en otras circunstancias se hubiera limitado a un breve de una o dos columnas en la prensa escrita, y una “nota leída” en los medios audiovisuales. Porque, que yo recuerde, con excepción de las páginas de sociales nunca se le ha dado tanta importancia a un acto similar, más cuando ha estado relacionado con un funcionario gubernamental o un hombre de política.

¿La prensa se está volviendo “rosa”, y como tal reconfirmadora de prejuicios?

¿La opción sexual, en un país donde se dice respetar los derechos de quienes se les consideraba “diferentes”, se ha convertido hoy en noticia?

Por ejemplo, el primer párrafo de la nota en Hoy:

La noche se puso color "rosa", luego que un grupo de jóvenes se adelantaran al acto social en honor a Alexis Mera Giler, secretario jurídico de la Presidencia.

Personalmente creo que a veces nos sale un falso moralismo, un poco obnubilado por las coyunturas políticas, y perdemos la perspectiva.

El autor de la mentada “hora loca”, otro intolerante, seguramente estará contento con el despliegue que logró su “broma” en la “prensa rosa”.

Y si quiere constatarlo usted mismo, revise los siguientes enlaces:

HOY


EL UNIVERSO

EL COMERCIO

EXPRESO

martes, julio 28, 2009

Los periodistas sí son noticia

En Sudán, diez mujeres son azotadas por usar pantalones y no son noticia.
Tres semanas después, en Sudán, una periodista es azotada por usar pantalones y hay que gritarlo al mundo como la peculiar noticia de un país donde se irrespetan los derechos y las libertades.



La nota fue recogida por la AFP: Una periodista sudanesa recibirá mañana -miércoles 29 de julio - 40 latigazos por usar pantalón, una vestimenta considerada “indecente” en Sudán, tres semanas después de que otras diez mujeres sufrieran el mismo castigo por idéntica razón.

El inconsciente nos traiciona y, por ser periodistas, nos hace sentir como personas especiales, de fuera de los laberintos que día a día nos impone la sociedad, sus estructuras, sus entidades...

Y los periodistas se sienten omniscientes, y solo nombrarlos sirve para asustar a todo quien no está detrás de una grabadora o una cámara de TV. Y de eso hay testimonios y agradecimientos (Gracias, Bernardo Abad, un artículo de Ivonne Guzmán publicado en El Comercio, lo certifica.)

Y usted, ¿qué opina?

viernes, julio 24, 2009

En la escala evolutiva...


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