jueves, mayo 14, 2009

Un robo "olímpico"


Las expectativas sobre el Deportivo Cuenca para que logre empatar al Caracas, que jugaba como local, quedaron en segundo plano en aquel partido por octavos de final en Copa Santander Libertadores. El locutor de Canal Uno anunció una "noticia desagradable": delincuentes ingresaron a la casa del dos veces medallista olímpico Jefferson Pérez y se llevaron todo. Según la versión del locutor, ocurrió mientras el deportista veía el partido con toda su familia; los maniataron y desvalijaron. Luego huyeron.

La fuente: el propio deportista que, según el locutor, llamó a sus amigos periodistas para pedir, a quienes veían la transmisión, que salgan a las calles y denuncien si alguna camioneta iba por allí, con un enorme televisor pantalla plasma de 60 pulgadas en el balde.

Personalmente mi preocupación fue mayor pues el doble medallista olímpico es mi vecino, y esa proximidad me afecta: puedo ser la próxima víctima.
Goleado el Deportivo Cuenca y calmados los ánimos, pasé en mi vehículo por la casa de mi vecino: nada.

Dos días después los diarios informaban que el robo no fue en la casa de Jefferson Pérez, sino en la de un pariente suyo. Nadie fue maniatado ni hubo violencia, en esa casa no había nadie al momento del robo, solo un amigable perro. Y sin embargo muchos -me incluyo- nos expusimos a andar aquella noche buscando una camioneta con una enorme TV en el balde.

¿Falla en la verificación de la información? Pues sí. Y no solo eso, sino que el hecho provocó que nuevamente se empiece a generalizar sobre la situación de la inseguridad.

Robos en viviendas preocupa a la ciudadanía, tituló un diario local a propósito del atraco a la familia de Pérez, y para justificar "el azote de la delincuencia organizada que afecta a la ciudad", citan el caso de una denuncia más. Sí, una denuncia más es suficiente para calificar de "azote de la delincuencia" a lo que ocurrió en dos días distintos en la tercera ciudad del Ecuador.

¿Falla en la verificación de la fuente? Sí. Y además falta de rigurosidad en el oficio.

Y usted ¿qué opina?