viernes, agosto 20, 2010

Miguel Ángel Bastenier: El periodista digital no debe ser el hombre orquesta


En Quito (Ecuador), y durante el lanzamiento de la más reciente versión del libro Cómo se escribe un periódico, del periodista español Miquel Ángel Bastenier, un joven se levantó del auditorio y le preguntó al autor: ¿cómo es que usted escribe un libro sobre cómo se escribe un periódico, cuando usted mismo dice que evidentemente la prensa de papel está desapareciendo?

Bastenier contestó de inmediato como si el muchacho no le hubiera hecho caer en la cuenta de algo que él no hubiera pensado antes:

"La respuesta es sencillísima -dijo- todo lo que aprendáis para trabajar en la prensa de papel, os sirve en la prensa escrita, absolutamente todo, la prensa digital añade otras cosas, que son interesantísimas y que están muy bien y que enriquecen las posibilidades expresivas de la publicación, pero todo, absolutamente todo lo que sabemos para escribir en papel, todo sirve para escribir en Internet".

Esa anécdota la contó el mismo Bastenier, el pasado domingo, durante una sesión del taller 'Cómo se escribe un periódico', que se dicta por estos días y cada año, en la fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (Fnpi), de Cartagena.

Bastenier invitó a dos sesiones de su taller a Bernardo Marín, jefe de sección de elpais.com, para que hablara de los retos del periodismo digital. EL TIEMPO habló con los dos, sobre los principales mitos de la multimedia.

¿Un periodista digital es aquel que lo hace todo, video, audio, fotos, texto...?

Bastenier: Hombre si eres experto en videos no eres periodista, si eres experto en videos, eres experto en videos, y en nada más. Pero de todos es sabido que en América Latina y no sólo en América Latina, las empresas, con las excepciones que haya, pretenden que el mismo periodista haga absolutamente todo y pensar que eso no va a producir un deterioro de la calidad, sería de una ingenuidad absoluta.

Marín: Un periodista digital sí puede ser experto en videos, pero no creo en el hombre orquesta, que lo hace todo, creo en el periodista que conoce las posibilidades del medio y que hace una parte de la información en la que está especializado y encarga a otros del resto de los elementos. El hombre descubrió la división del trabajo hace diez mil años y fue el mejor progreso de la humanidad, pero ahora algunos parecen dar marcha atrás.

¿Se escribe diferente para la web que para los impresos?

Bastenier: No, el que sabe escribir bien, escribe exactamente igual de bien en Internet que en un periódico y el que escribe mal escribe exactamente igual de mal en cualquier medio. Que es poco más corto, largo; el castellano puede ser corto, largo medio largo, medio corto, pero debe ser castellano de la misma calidad.

Marín: El lenguaje es el mismo, se habló mucho tiempo que en Internet se debía escribir con frases más cortas, pero creo que está superado, se escribe igual en Internet, la articulación de las frases es la misma que en el impreso. Otra cosa es que allí se enriquezca con otros elementos que el papel no tiene. En España es exactamente igual que en el periódico de papel.

¿Pero en muchas web de América Latina se asume el titular en la noticia por ejemplo?

Bastenier: Que se pasen por Madrid, por Roma, por Berlín, por Londres, por Washington, que se pasen por todos esos sitios y que vean cómo lo hacen, ya que les gusta copiar tanto a Estados Unidos, que copien bien.

Marín: A veces hay titulares que son mejores para la web, pequeñas variaciones, pero el lenguaje es el mismo. Nosotros repetimos otra vez el titular en la entradilla, por ejemplo, si es que a eso te refieres.

¿Es mejor el video que el texto en la era digital, en los medios informativos en Internet?

Bastenier: Son cosas distintas, la imagen es una forma de narrar la realidad o aquello que entendemos por la realidad, la palabra escrita es otra forma; que nos gusta más la imagen y creemos que es mejor, pues muy bien. Por escrito puedes hacer unas ironías, unas distancias, puedes marcar un estilo, puedes tener una voluntad de pintar de una cierta manera, mientras que el video es más lo que es, con muchos menos matices, pero con mucho más impacto, con mucha más fuerza, con mucha más intensidad.

Marín: Depende, hay noticias que piden más un video que otras, pero otras requerirían una mayor explicación textual, pero hay dos errores, pensar que todo debe tener video y pensar que un video siempre es la mejor manera de presentar una información.

¿Pero es lo que más vende en la web?

Bastenier: El 13 de septiembre de 1993 Yasir Arafat, firmó con Isaac Rabin, primer ministro de Israel, un papel, que en teoría era el preacuerdo de que permitiría discutir la paz entre Israel y Palestina, eso se retransmitió, se calculó que 300 millones de personas lo vieron en directo. Tres horas más tarde, de que 300 millones de personas hayan visto esto tan interesante, hagamos una encuesta, qué ha visto usted, un moro, un judío, la mano, la paz, cuatro vaguedades, el periódico debe ser capaz de explicar eso, y no digo que El País sea capaz: ¿cuánto dinero cuesta eso?, ¿para qué sirve?, ¿qué posibilidades de éxito tiene?, ¿Rabin qué pensaba realmente al dar la mano, al que pensaba realmente su mortal enemigo?, etc. Supongo que la gran mayoría preferirá la imagen me parece estupendo, pero son realidades distintas.

Marín: No siempre, hay videos que son completamente inútiles en algunas informaciones, un video sobre la sesión de la bolsa suele ser perfectamente inútil, salvo que se vea a unos cuantos inversores arruinados arrojándose de los alto del edificio de la bolsa, ese requiere un video.

¿Un video sensacional, como ese necesariamente es periodístico?

Marín: Ese sería muy macabro, pero periodístico, ese es noticia, pero no todos los videos sensacionales los podemos usar en la web de los informativos, sería una locura.

Bastenier: El texto escrito, dentro de sus limitaciones, permite responder a todas las preguntas, la imagen no responde a todas las preguntas, es mucha más fuerte, mucha más intensa, la preferirá la inmensa mayoría de el publico reinante. Con tus conocimiento, con tus preguntas con tu forma de ver las cosas dices Arafat estaba francamente ilusionado porque empezaba una nueva época, la imagen ven a un tío que sonríe, pero eso no te dice matemáticamente que este francamente ilusionado con una nueva época que comienza, y puedes decir del judío resignado veía la única forma de acabar con la Intifada que estaba causándole cada vez más problemas a Israel en lo territorios ocupados, se resignó a tal, eso lo puedes decir escribiendo, la imagen de Rabin no te dice eso, explica algo que se puede parecer a ello, pero no te dice eso.

¿Las facultades de comunicación deben incluir el tema multimedia, crear otras facultades formadoras de periodistas digitales exclusivamente, por ejemplo?

Bastenier: Las facultades que cierren porque no sirven para nada, empecemos por ahí, todo lo que no sea práctico, que no sea práctica, cómo hacemos en la escuela de El País, no tanto como una pérdida de tiempo pero sí fuertemente insuficiente. El periodismo se aprende pero no se enseña, pero sí que tiene que haber facultades donde se enseñe esta unión de elementos, que tenga una mentalidad web, dudo mucho que lleguen a existir algún día, pero deberían haber que enseñasen periodismo en web y escrito, y sobre papel hasta que haga falta.

¿Cómo va ese proceso de la desaparición del papel?

Bastenier: Los diarios medio importantes y menos que importantes, bajan en todo el mundo desarrollado solo crecen en la India y en China, por razones totalmente específicas, en China porque están descubriendo qué es eso del periodismo y porque en China hay un auge económico mayor y se compran bastante muchos más periódicos que hace diez años y eso permite a gente que engaña, que lleva las estadísticas de crecimiento de la prensa mundial les permite decir como ocurrió hace dos años, que la venta de periódicos en el mundo entero ha aumentado el año 2007 un 0.6 por ciento, bueno muy bien, pero hay que mirar las cifras de cerca, China aumenta un 28, la India aumenta 19 y estados unidos baja un tres, Europa baja un dos , el otro un uno, el otro cuatro y medio. En el mundo desarrollado la prensa de papel ya no se recuperará al nivel esplendoroso que conoció en su momento nunca.

Y ¿cómo van a hacer los periódicos digitales para llegar a la calidad periodística del papel?

Marín: La clave en los periódicos de calidad es en la integración de la redacción digital y la de papel, la redacción digital sola no va a ningún lado porque no tenemos corresponsales en ningún lado, nadie es experto en nada, pero el periódico tiene un montón de gente, incluso gente desaprovechada, que sabe muchísimo de muchísimos temas, tiene corresponsales en el mundo, ahora ya estamos haciendo el ensayo que trabajen para las dos cosas, eso está aumentando la calidad de la Web y espero que sea sin desmérito de la calidad de los periódicos de papel.

Artículo publicado en EL TIEMPO de Bogotá

domingo, agosto 08, 2010

‘Ladrón atrapado, ladrón quemado’


La sentencia es lapidaria y está en plazas y parques: “Ladrón atrapado, ladrón quemado”.

El más reciente ejemplo de que la advertencia va en serio es la muerte, terrible y dolorosa, de Ángel Molina, un ciudadano de 50 años que el lunes 26 de julio fue secuestrado, llevado a la fuerza a la comunidad Unión Alta, en la parroquia rural de Baños, golpeado y quemado.

La noticia no causó mayor reacción entre los devotos ciudadanos de la Atenas del Ecuador. Fue un caso más que arrancó varios “bien hecho” entre quienes siguieron los detalles en medios locales.

Doce años atrás un crimen similar ocurrió en el cantón Chordeleg: a un sospechoso de ser delincuente –era de “raza negra”, como suelen particularizar ciertos policías y periodistas– le prendieron fuego en la plaza central de la comunidad, próxima al centro cantonal.

El entonces arzobispo de Cuenca, Alberto Luna Tobar, prohibió la celebración de eucaristías en todas las iglesias del sector hasta que aparezcan los culpables. Solo así se llegó a conocer, vía confesionario, hasta quién había prendido el fósforo criminal.

Pero en este caso casi nadie reclamó. Ni la piadosa Iglesia con toda su influencia en las comunidades rurales.

Los detalles del crimen espeluznan: aquella madrugada una moradora de Unión Alta alertó a sus vecinos de robos de cilindros de gas; enardecidos, salieron en busca de los culpables y en su sed de venganza llegaron hasta el centro de Cuenca, a unos doce kilómetros de donde presuntamente se cometió el delito, interceptaron una camioneta y la llevaron, contra la voluntad de su único ocupante, a la comunidad.

Allí golpearon al “sospechoso”. Fueron cerca de dos horas de torturas. Luego lo rociaron con gasolina y le prendieron fuego. Terminaba así la vida de un hombre sumido en la infelicidad total: en 1993 Ángel Molina perdió a varios de sus familiares en el desastre de La Josefina; su madre murió arrollada por un vehículo; su esposa se ahogó en un río. Y él murió en el hospital con decenas de golpes y el ochenta por ciento de su cuerpo quemado.

Su culpa –esta conclusión es mía– fue conducir, de madrugada, una camioneta cuyas placas eran de la provincia de El Oro. Hurgando detalles de este hecho, di con un mensaje en la edición digital del diario El Tiempo: “Él es el señor quien me enseñó a trabajar y ahora soy quien soy. Él nunca fue un ladrón ni mucho menos un delincuente, lo confundieron, solo fue chofer de una camioneta que trabajaba haciendo carreras… ¡Descansa en paz tío mío!”.

¿A quién debemos responsabilizar de este crimen atroz cometido en nombre de una recurrente falta de acción de la justicia?

¿Acaso los “bien hecho” que se escucharon en torno al caso tienen justificación en la sensación de inseguridad que atenaza a nerviosos ciudadanos que purgan temores y resentimientos en piras humanas?

¿Debemos permitir que una leve sospecha nos convierta en justicieros ad honórem de las causas que, creemos, nadie se hará cargo?

No proclamo la inocencia inmaculada o la leve culpabilidad de Molina. De eso se encargará –debería encargarse– la Fiscalía. Pero sí exijo respuestas para dudas que hechos como este deja a quienes creemos que la justicia siempre se merece una oportunidad.

Artículo publicado en EL UNIVERSO