miércoles, noviembre 30, 2005

El mejor ecuatoriano


Cuando la noche del domingo 27 de noviembre la cadena ecuatoriana de televisión ECUAVISA se tomaba la responsabilidad de elegir al Mejor Ecuatoriano, un representante de los seguidores de uno de los candidatos, Monseñor Leonidas Proaño ( http://www.monsleonidasproanio.org/) , se acercó con varias fojas con once mil huellas digitales que respaldaban esa candidatura. Obviamente las huellas no serían consideradas como votos válidos, pues al Mejor Ecuatoriano se lo elegiría únicamente a través de mensajes de celular. Y como los once mil indígenas que apoyaban a quien fue su benefactor de siempre no tenían esa tecnología, decidieron imprimir su huella para dejar en claro, o al menos para sugerirlo, que el mecanismo de selección no fue el correcto.
¿Quien solicitó a la cadena de televisión para que "nos de eligiendo" (como decimos en el Austro Ecuatoriano) al Mejor Ecuatoriano?
El personaje seleccionado ese domingo como tal, el ex Presidente Eloy Alfaro, (
http://www.fuerzasarmadasecuador.org/espanol/historia/1830-1912alfaro.htm ) obtuvo una votación de 52.607 mensajes, lo cual es ya desalentador: ¡En el país somos 12.920.092 ecuatorianos! (censo de 2004)
Así, solamente en tres partidos del Deportivo Cuenca como local Walter "mamita" Calderón alcanzaría una votación superior a la lograda por el Viejo Luchador, como el mejor jugador de la cancha...
Además, y sin restarle ninguno de los méritos que tiene ese extraordinario ser humano, motivador e inspirador innato, y deportista que es Jefferson Pérez, (
http://www.jeffersonperez.com/ ) sí hay otros ecuatorianos que, en su campo, deberían estar compartiendo un honroso segundo y tercer lugar junto a Eloy Alfaro. En su campo, insisto, pues Pérez no tiene por el momento parangón en la historia deportiva ecuatoriana.

¿Ser la primera mujer en estudiar y ejercer su derecho al voto es un mérito como para candidatizar a Mejor Ecuatoriana a doña Matilde Hidalgo de Procel? (
http://www.lojanos.com/MatildeHidalgo.html )
Manuelita Sáenz (
http://www.simon-bolivar.org/bolivar/manuelita.html ), por ejemplo, no habrá sufragado por nadie, pero tiene una gran lucha histórica a su favor como para que comparta el honor con aquella...actualmente las mujeres emancipadas tienen miles de motivos para reclamar su sitial como mejores ecuatorianas.
Por el momento me desconecto, debo visitar a Micaela, mi hija, la adolescente que cree que en su peqeño mundo, su padre es el mejor ecuatoriano...

viernes, noviembre 25, 2005

Periodismo Responsable

Periodismo responsable

Quito, Sábado 20 de Agosto de 2005

Por Rubén Darío Buitrón*

Al periodismo ecuatoriano le hace falta reflexión interna. Autocrítica.
Capacidad de mirarse a sí mismo con rigor: sin egos, vanidades o actitudes contemplativas.
En las salas de redacción y departamentos de noticias, el vértigo, el apuro, la presión, el miedo al ‘golpe’ de la competencia, la obsesión por el raiting y la hora de cierre han ganado espacio al imprescindible ejercicio de detenerse a pensar en lo que se hace, en para qué se lo hace.
Es decir, en la obligación de hacer un periodismo responsable.
Atrapados en la vorágine cotidiana, muchos periodistas solo alcanzan a ejecutar el nivel más elemental de su oficio: responder el qué. Y se consuelan y aplauden con la satisfacción de ofrecer al público ‘todo lo que ha ocurrido en el día’.
Pero el utópico objetivo de ‘decirlo todo’ cae en una paradoja: por falta de reflexión previa, no existen la claridad y la precisión para saber cómo decirlo y por qué decirlo.
Cuando volvió el prófugo ex presidente Abdalá Bucaram y descendió sobre las tarimas de las calles guayaquileñas, los medios (no solo la
televisión: la prensa escrita y decenas de radiodifusoras también divulgaron los pormenores del show) le dedicaron enormes espacios. Y fueron duramente criticados.
En contraste, aquellos medios no supieron cómo reaccionar frente a la "rebelión forajida" quiteña. Entonces la satanización fue más fuerte y estuvo a punto de convertirse en un tsunami de indignación contra la prensa.
Apenas tres meses después, la oleada crítica ha vuelto a plantear el debate. Esta vez los cuestionamientos van contra la cobertura de la presencia del coronel Lucio Gutiérrez en la frontera peruano-ecuatoriana.
Los críticos dicen que la prensa no debería dedicarle atención al derrocado ex presidente. Censuran el exceso de espacios para un personaje que pocas novedades tiene que contar y pocas ideas aporta para que el país salga del embrollo institucional al que él contribuyó. Condenan una manera de hacer periodismo que está dejando a un lado valores y principios morales al privilegiar el impacto, la primicia y la exclusiva por sobre la búsqueda de la verdad y el servicio a la comunidad. Alertan sobre la manera en que ese tipo de personajes usan a los medios.
Pero, ojo, el tema no es a quién se debe cubrir y a quién no. El tema es cómo hacerlo. Y pocos periodistas se preguntan cómo cumplir con su responsabilidad de mostrar al público que los hechos no son aislados, que todo evento o suceso -por inocente o inconexo que pudiera parecer- tiene antecedentes y consecuentes, que cada noticia relevante, para entenderla en su dimensión, debe ir acompañada de aportes analíticos, contextos y referencias.
El problema está en una prensa que se esfuerza poco para ayudar a que los ciudadanos maduren políticamente, a que la gente cuente con mayores elementos de juicio y tome las decisiones adecuadas para su futuro y el futuro del país.
Si los medios cumplieran realmente su deber, la información en directo sobre el retorno de Bucaram debió priorizar una descripción detallada del nefasto currículum del ex presidente y una decodificación de su discurso.
Al seguimiento de la gira fronteriza de Gutiérrez debió destinar a periodistas políticamente críticos y agudos, capaces de confrontar con el coronel para que responda todo lo que el país exige conocer acerca de su gestión como mandatario, no de sus movimientos proselitistas posgobierno.
Hablamos de un periodismo responsable que no excluya ningún tema ni personaje. Pero que sea capaz de profundizar, contextualizar y mostrar al público los porqués, los cómos y los para qué de esos temas y personajes.

*Periodista

miércoles, noviembre 23, 2005

Aprendiz

Mi primer contacto con la prensa la tuve a través de mi padre, Vicente. Permanentemente ha sido mi ejemplo y guía. Es fotógrafo profesional de prensa dedicado al campo social.Actualmente soy editor general de EL TIEMPO de Cuenca, Ecuador (www.eltiempo.com.ec) he sido redactor, fotoperiodista, corresponsal de diario El Universo y editor de dos de sus secciones. Posted by Picasa

lunes, noviembre 21, 2005

La responsabilidad de comunicar

Cuando hace un poco más de dos años me senté al frente de la redacción de un diario local como editor general, recibí la visita de una madre de familia que venía acompañada de su hijo, un muchacho de unos 20 años con un evidente estado de enagenación.
Tenía un pedido especial: que por favor se de paso a una aclaración a una nota de prensa que seis meses antes se había publicado y en la que se acusaba a su hijo de ser el responsable de una violación a una colegial.
En menos de 24 horas de privación de su libertad, porque una víctima creyó ver en él al agresor y lo denunció ante la Policía, el acusado fue presentado ante la prensa. Toda una comunidad quedó absorta con la noticia...al sospechoso lo recluyeron en el Centro de Rehabilitación de Varones de Cuenca, donde en medio año que duró la investigación fue violado varias veces.
Seis meses después un dictamen del fiscal que investigaba el caso lo liberaba de toda responsabilidad. El dictámen se sustentaba en una prueba de ADN. La víctima se equivocó al ver en él al responsable de la violación; pero más se equivocó la prensa que no confirmó ningún dato y creyó ciegamente en la Policía y sus apresurados informes.

Por eso nace hoy esta página, como una propuesta personal que pretende que los periodistas nos veamos desde dentro, discutamos de nuestro trabajo, reflexionemos.
¿Quién nos ha elegido para manejar la cosa pública y la privada a través de nuestros medios? Esta es la pregunta que motiva esta página: la decisión de convertirnos en comunicadores, con licencia de acceso a la vida privada de los demás, muchas veces sin recapacitar en las implicaciones posteriores ni en nuestra responsabilidad social. ¿Cuáles deben ser los principios básicos con los que deben conducirse los periodistas de prensa, radio y televisión?
Abramos el foro virtual, periodistas y no periodistas, para que cada día nos acerquemos más a ese ideal de hacer bien nuestro trabajo...
Ricardo.